Miriam Celaya permanece en un campamento para migrantes en Tijuana. Hace unos días, fue entrevistada por la televisión alemana sobre las condiciones en la que vivía. Sus declaraciones sobre la comida que recibía causaron polémica en México.
Miriam Celaya, una mujer de Honduras, nunca imaginó que un comentario sobre la comida que recibía en un campamento para migrantes en Tijuana desataría tensión e ira en algunos mexicanos.
Unos 3.000 migrantes de la caravana se encuentran en Tijuana, la inmensa mayoría albergados en un refugio que las autoridades improvisaron en un centro deportivo con carpas y colchonetas a la intemperie. Uno de ellos es Miriam Celaya quien viaja con sus hijas.
La madre hizo unas declaraciones a la televisión alemana Deutsche Welle sobre las condiciones en las que vive en el campamento. Bastaron 21 segundos de comentarios para que la ira se desate en Tijuana: "Mira lo que están dando: puros frijoles molidos, como si le estuvieran dando de comer a los chanchos. Y ni modo, hay que comernos esa comida porque si no nos morimos de hambre".
El desafortunado comentario se sumó al rechazo que sienten cientos de habitantes de Tijuana que consideran que muchos de los migrantes pertenecen a las maras (pandillas) y generarán violencia.
La respuesta
El video provocó innumerables comentarios críticos a través de las redes sociales con hashtags y consignas como "aquí somos pobres: comemos frijoles". Esta fue la arenga más escuchada en una inusual manifestación en contra de los migrantes que hubo el pasado domingo en Tijuana.
Unas 200 personas se acercaron hasta el refugio en un intento de atacar a los hondureños: "Fuera hondureños, aquí no los queremos".
Luego de la reacción de los mexicanos, Miriam Celaya optó por disculparse públicamente. Ella contó que ella dejó Honduras para ir a Estados Unidos para que operaran a una de sus hijas de 11 años.
En diálogo con BBC Mundo dijo: "Yo pido perdón a los mexicanos. Mil disculpas. Hemos caminado por todo México y hemos recibido mucha ayuda. Tengo todo que agradecerles. Yo he criado a mis hijos con muchos esfuerzos y dándoles frijoles y tortillas".
Para apaciguar la situación, un grupo de hondureños grabó un video en el que agradecen a los mexicanos por todo lo que les han dado.
Miguel Figueroa Zandoval, director de Desarrollo Social del Municipio, que está a cargo del campamento, dijo a BBC Mundo que "el frijol es un alimento básico para los mexicanos y es muy rico".
"No pensamos que a alguien no le pudieran gustar. De hecho, ese día la olla quedó vacía", añadió.
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