Minassian es un estudiante con necesidades especiales que mató a diez personas al atropellarlas con una camioneta. Lam es el agente de policía que lo arrestó sin disparar un solo tiro.
Alek Minassian y Ken Lam son los nombres de los dos protagonistas del atropello masivo registrado el lunes en Toronto, con un saldo de 10 muertos y 15 heridos. Uno es el acusado de ser el autor y el segundo es el agente de policía que lo arrestó sin disparar un solo tiro.
Minassian fue detenido por Lam 30 minutos después de que iniciara su mortal ataque contra los transeúntes. El supuesto autor del atropello ha sido identificado como un joven de 25 años de origen armenio, que residía en Richmond Hill, una localidad pegada al norte de Toronto y que estudiaba en una de las universidades de la ciudad.
Según la radiotelevisión pública canadiense, Minassian también prestó servicio brevemente en las Fuerzas Armadas canadienses. Además fue descrito por antiguos compañeros suyos como una persona reservada a la que no se le conocían afiliaciones políticas o creencias religiosas.
Según el testimonio ofrecido por varios de sus compañeros del instituto al periódico The Globe and Mail, Minassian parecía padecer algún tipo de "discapacidad social" y nunca protagonizó ningún tipo de problema durante su etapa escolar.
Uno de los conocidos de Minassian, que colaboró con el acusado en un proyecto universitario, señaló que parecía padecer una "discapacidad significativa social o mental", que tenía problemas para comunicarse con los demás y constantes tics nerviosos.
La otra cara de la moneda
El agente Ken Lam es calificado como un "héroe" por las autoridades y el público en general que ha presenciado, gracias a los vídeos grabados por varios transeúntes, cómo el agente de policía se enfrentó solo, con serenidad y sin violencia a Minassian.
El agente sólo necesito 37 segundos para someter a Minassian sin recurrir a más arma que sus órdenes verbales. En los vídeos se ve a Lam a escasos metros de Minassian pocos minutos después de la masacre, conminando al sospechoso a arrojarse al suelo para ser detenido.
Minassian, frente a la furgoneta dañada que provocó la matanza, apunta con un objeto a Lam y gesticula en varias ocasiones como si fuese a disparar contra el agente. La única reacción de Lam es gritar "al suelo". Ante la falta de respuesta del sospechoso, el policía se acerca a su vehículo patrulla para silenciar la sirena y hacer más claras sus órdenes.
Minassian empieza a gritar a Lam "máteme", a lo que el agente responde con un enérgico "no, al suelo". "Tengo un arma en mi bolsillo", añade Minassian. Lam responde con un claro "no me importa. ¡Al suelo!".
En ese momento Minassian avanza hacia Lam y grita "dispare a la cabeza" y el agente en vez de retroceder avanza con una porra en una mano, ante lo que el sospechoso se doblega, tira el objeto que tenía en la mano y se arroja al suelo.
El jefe de Policía de Toronto, Mark Saunders, alabó las acciones de Lam y atribuyó su serenidad al entrenamiento que los agentes reciben para utilizar "la menor fuerza posible en cualquier situación". (EFE)
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