El 29 de noviembre de 2012, el multimillonario empresario de la aviación, Wayne Millard, apareció muerto sobre su cama y se pensó que era un sucidio. Seis años después, nuevas pistas viraron las sospechas de la policía hacía Dellen Millard, su hijo de 32 años.
Cuando el canadiense Dellen Millard (32 años) escuchó al juez declararlo culpable este lunes por el asesinato de su padre, rompió en llanto y la sala se llenó de aplausos. Había hecho creer a las autoridades que la muerte de Wayne Millard fue un suicidio, pero una mentira suya tiró el telón de fondo.
Todo comenzó el 29 de noviembre de 2012 cuando su padre, el multimillonario y exitoso empresario de la aviación, Wayne Millard, de 71 años, apareció muerto sobre su cama. Una bala atravesó su ojo izquierdo y se alojó en su cerebro.
Inicialmente la Policía de Toronto clasificó al hecho como un suicidio. En ese entonces, Dellen declaró que su padre estaba deprimido y era un alcohólico. "Llevó una gran tristeza con él durante toda la vida que yo nunca supe, nunca quiso compartir eso conmigo", dijo con actitud estoica. Al día siguiente heredo absolutamente toda su fortuna.
Una investigación de CBC citó el testimonio de los empleados de MillardAir, la compañía de aviación de la familia, quienes dijeron que había tensiones entre el joven y su padre. Esto despertó muchas sospechas en la Policía y la Fiscalía.
Queda al descubierto
Según la BBC, cuando los fiscales preguntaron a Dellen donde estaba la noche de la muerte de su padre, él contestó que estaba en la casa de su amigo Smich, sin embargo los registros telefónicos revelaron que no fue así. Estuvo las primeras horas de la mañana en la casa de su progenitor.
Descubrieron que tenía en su poder un arma comprada ilegalmente la cual tenía el ADN de Millard. Su amigo también fue investigado, pero no fue acusado. El sustento de la Fiscalía era que el joven quería matar a su padre para proteger su herencia, que era usada para financiar un nuevo negocio de aviación.
Asesino en serie
Desde antes que se develará el asesinato de su padre, Dellen Milard ya cumplia condena de cadena perpetua por matar a Laura Babcock, una mujer de 24 años con quien había sostenido una relación sentimental y también a Tim Bosma, un canadiense de 32 años.
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