El jefe de la Policía de Christchurch -donde ocurrió la matanza- señaló que los detenidos son tres hombres y una mujer, a los que encontraron artefactos explosivos en sus vehículos.
Cuatro personas han sido detenidas en Nueva Zelanda tras los tiroteos registrados en dos mezquitas de la localidad de Christchurch, en los ha habido casi 50 muertos, según fuentes policiales.
“Hay cuatro personas bajo custodia. No nos consta que haya más implicadas, pero no podemos asumir que no haya más”, dijo en rueda de prensa el jefe de la Policía, Mike Bush, que evitó precisar el número de víctimas, pero lo calificó de “significativo”.
El alto mando señaló que los detenidos son tres hombres y una mujer, a los que encontraron artefactos explosivos en sus vehículos, y alertó sobre la posibilidad de que el incidente no esté limitado a la ciudad.
Imágenes divulgadas por la televisión mostraron a un hombre detenido al lado de un todoterreno blanco que fue embestido por un coche de la policía.
La Policía, que evitó hacer comentarios sobre las posibles motivaciones de los asaltantes, llamó a todas las mezquitas del país a cerrar las puertas y a recomendar a sus fieles que eviten las visitas a los centros.
Las dos mezquitas atacadas, situadas en dos céntricas avenidas de la ciudad, siguen acordonadas por la Policía que, en cambio, levantó la orden de confinamiento en todas las escuelas pese a considerar que el caso no está aún cerrado.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, afirmó que el asalto fue “un acto de violencia extraordinario y sin precedentes”, en lo que calificó como “uno de los días más negros de Nueva Zelanda”.
“Este tipo de violencia no tiene ningún sentido en Nueva Zelanda. Esto no es lo que somos”, dijo Ardern en rueda de prensa.
Uno de los asaltantes fue identificado como Brenton Tarrant, un australiano originario del estado de Nueva Gales del Sur, según indicó una fuente policial australiana a la televisión TVNZ. (EFE)
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