La construcción, que conecta este territorio anexado por Moscú con la Rusia continental, fue una promesa del jefe del Kremlin en el 2014.
Vladímir Putin inauguró este martes, subido en un camión, el puente de 19 kilómetros de longitud que une la península de Crimea, anexionada hace cuatro años, con la Rusia continental a través del estrecho de Kerch. El jefe del Kremlin llegó a Kerch procedente de Sochi, también a orillas del mar Negro y donde se encuentra estos días, e inmediatamente se desplazó al puente para la ceremonia oficial.
Vestido de manera informal, con pantalones vaqueros y una cazadora azul marino, Putin abordó uno de los grandes camiones Kamaz que han participado en los trabajos y se sentó al volante acompañado por varios trabajadores, según pudo verse en directo por la televisión rusa. Tras hacer sonar el claxon, al igual que el resto de los vehículos pesados, Putin arrancó el camión y lo condujo a lo largo del puente en dirección a Crimea, encabezando una larga comitiva de camiones naranjas.
Promesa electoral
Antes de hacer el recorrido, el líder ruso departió primero con los responsables de esta gigantesca obra, que empezó a construirse en febrero de 2016 y ha tenido un coste total de 228.000 millones de rublos (3.000 millones de euros al cambio actual). El puente incluye cuatro carriles para vehículos -dos en cada dirección- que serán abiertos al público a primera hora de mañana, y dos vías de tren -una en cada dirección- que se espera estén terminadas a finales de 2019.
La construcción del puente para conectar Crimea con la Rusia continental sin pasar por territorio ucraniano fue una de las promesas de Putin tras la anexión en mayo de 2014, después de un referéndum en la península no reconocido por Ucrania ni la comunidad internacional y una intervención militar incruenta.
EFE
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