La organización Human Rights Watch denunció las detenciones de estos niños y adolescentes en Irak, a quienes se condena tras un proceso “profundamente sesgado” y en medio de testimonios de confesiones logradas a través de torturas.
Las autoridades de Irak condenan y mantiene presos a unos 1,500 a niños y adolescentes por presuntos vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS) tras un proceso judicial "profundamente sesgado", con confesiones obtenidas mediante la tortura, denunció Human Rights Watch (HRW). La organización de defensa de los derechos humanos publica un informe basado en entrevistas con 29 niños iraquíes que han estado o están actualmente detenidos por el gobierno federal y las fuerzas de seguridad en la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Después de haber declarado a finales de 2017 la "victoria" frente al ISIS, las autoridades procesan a hombres, mujeres y niños acusados de pertenecer al grupo yihadista, culpable de múltiples atrocidades en el país. "Los controles, investigaciones y procesos contra niños como sospechosos del EI por las autoridades iraquíes y el gobierno regional kurdo están profundamente sesgados, llevando a menudo a detenciones arbitrarias y a procesos injustos", lamentó la ONG en su informe Todos deben confesar: abusos contra niños sospechosos de afiliación al ISIS en Irak.
Presuntas torturas por confesiones
Según HRW, numerosos niños fueron detenidos en base a pruebas inciertas, en campos o en puntos de control. Después fueron golpeados, sometidos a descargas eléctricas, sin derecho a ver a sus familiares ni a obtener ayuda legal, y obligados a confesar bajo tortura, según HRW. "Me golpeaban con tubos de plástico. Dijeron que debía decir que estuve con el ISIS, así que asentí", contó un adolescente de 14 años detenido por las fuerzas de seguridad kurdas.
Si bien el Estado Islámico reclutó y adoctrinó a numerosos menores, la mayoría de los que fueron interrogados por HRW declararon que nunca combatieron con los yihadistas. Fueron juzgados sin abogado durante audiencias de menos de 10 minutos que tenían lugar en kurdo, idioma que los niños árabes no entienden. Sus condenas pueden ir de seis a nueve meses de cárcel.
“Cada día era una tortura”
La justicia federal condenó a niños con hasta 15 años de prisión y les envió a cárceles superpobladas, junto a adultos, violando las normas internacionales. "Cada día era una tortura. Nos pegaban todos los días, a cada uno de nosotros", declaró un adolescente de 17 años que pasó nueve meses en prisión.
HRW considera que las autoridades iraquíes y el gobierno regional kurdo tenían en detención a finales de 2018 a uno 1.500 niños por presunta pertenencia al Estado Islámico. Cientos de ellos, entre ellos al menos 185 extranjeros, fueron condenados por terrorismo. "Los niños implicados en conflictos armados tienen derecho a ser rehabilitados y reintegrados", abogó Jo Becker, encargado de los derechos de los niños en HRW.
(Con información de AFP y EFE)
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