El desborde del río Orinoco, el más grande del país, alcanzó su mayor nivel en cuatro décadas y las fuertes lluvias inundaron decenas de casas en la ciudad de Bolívar y el pueblito de Cabruta. ONGs reportan riesgo de dengue, el paludismo y sarampión.
Miles de familias del sur de Venezuela sufren el embate de las inundaciones que han dañado casas y cultivos y potencian el rebrote de enfermedades para las cuales faltan medicinas. Las aguas desbordadas del río Orinoco, el más extenso del país, afectan a ocho estados, según el Gobierno.
En algunos, como el minero Bolívar, las aguas cubren viviendas en ciertos sectores donde solo es posible desplazarse en lancha. Allí, neveras flotando y carros tapados hasta el techo muestran los estragos de más de dos meses de lluvias y el paso de unas 30 ondas tropicales.
"Ya tenemos más de diez días inundados", dijo a AFP, Érika Machado, de 32 años, quien no quiso abandonar su casa en Puerto Ordaz (Bolívar) por temor a que le robaran sus pocas pertenencias.
“Unas 5,500 personas permanecen en refugios adecuados por el gobierno en escuelas”, informó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez. "Estamos muy atentos (...), sobre todo en los estados Amazonas, Delta Amacuro, Apure, Monagas, Guárico, Táchira y Bolívar", detalló el funcionario.
El aire está impregnado de olor a pescado en Ciudad Bolívar. Niños usan redes para tratar de atrapar peces en las calles convertidas en lagunas. Llamado el "río Padre", el Orinoco es un gigantesco afluente de aguas marrones que está junto a 17 de los 23 estados del país petrolero.
Falta de alimentos y enfermedades
"El hambre está pegando fuerte, no hay comida. Muchos están aislados, los ambulatorios carecen de medicamentos", contó José Naveda, periodista de la ONG Kape Kape que atiende a las comunidades indígenas del estado Delta Amacuro, habitado mayormente por la etnia Warao.
Según el voluntario, que recorre las zonas afectadas desde la semana pasada, las inundaciones han disparado los casos de "vómitos, diarreas y fiebre en la población infantil". "El sarampión y la tos ferina se han incrementado. La gente se está muriendo porque no hay nada", subrayó.
Gobierno envía ayuda
La proliferación de serpientes y otras especies, desplazadas por la crecida, aumentan la preocupación. El suero antiofídico también es escaso. Para peores, la "creciente arrasó con las plantaciones de maíz, yuca, plátano, ocumo y topocho" en unos 30 asentamientos rurales de Delta Amacuro (este), según Naveda.
"En aviones militares, el Gobierno ha enviado 10 toneladas de insumos que incluyen hamacas, frazadas, aguas, mosquiteros y alimentos", enumeró Randy Rodríguez, director de Protección Civil.
(Información de AFP)
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