Las últimas fotos de la cantante de 34 años solo han alimentado el rumor de una cirugía en su rostro.
Britney Spears solo habla de música en los últimos tiempos, pero la prensa de espectáculos está más interesada en otros detalles de su vida. El pasado martes 16 de febrero, la cantante estadounidense compartió una foto en su cuenta de Instagram abrazada de Hillary Clinton. La noticia no fue su apoyo a la candidata presidencial del partido demócrata, sino su rostro, tenso, estirado, como si exhibiera aún las marcas de una cirugía plástica.
La cantante de 34 años posó recientemente para el fotógrafo peruano Mario Testino, para la portada de la edición del aniversario 100 de la revista V Magazine. Las imágenes de su rostro solo han aumentado los rumores de una operación estética. Ante la insistencia de la prensa, ha respondido con indiferencia.


“He hecho esto por 20 años. No necesito más atención. Tengo una relación con Dios y eso es lo único que me importa. No me preocupa lo que los demás piensen de mí”.
Una posibilidad completamente distinta a la de una operación es el ejercicio. En su cuenta de Instagram, Britney Spears publica frecuentemente fotos suyas con ropa deportiva y exhibiendo una rutina intensa, lo que habría llevado a perdida de peso y ligeros cambios en su rostro, ahora con menos pómulos.
La cantante anunció esta semana a una revista alemana que está preparando un nuevo disco y que todas sus energías están concentrada en la nueva producción. Sobre lo otro, parece que no dirá nada, aunque siga generando rumores alrededor suyo.

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