¿Sabías que el éxito de "Another One Bites The Dust" se debe a Michael Jackson? En una entrevista para un medio británico, John Deacon confesó cómo fue que él los animó a que lanzaran el single en 1980.
Compuesta por el bajista John Deacon y lanzada en 1980, “Another One Bites The Dust” fue una de las canciones más exitosas de Queen. Ocupando el primer puesto de la lista ‘Billboard Hot 100’ durante semanas, la banda británica se convirtió en la favorita de muchos hasta el día de hoy.
Este éxito se le atribuye a Deacon, quien tocó la mayoría de los instrumentos como el bajo, el piano y algunas percusiones adicionales para darle adornos al tema.
Brian May, el guitarrista, hizo los efectos en el interludio y, por su parte, Roger Taylor, conocido por su destreza en la batería, se encargó de las secuencias de la percusión, efecto que era trabajoso, ya que, en esa época, no existía lo que ahora se conoce en la industria de la música como sintetizadores.
John Deacon se sintió influenciado por la canción ‘Good Times’ de la banda Chic para crear “Another One Bites The Dust” y así lo confirmó el bajista de este grupo, Bernard Edwards. "Ese tema surgió porque John pasó algo de tiempo con nosotros en nuestro estudio”, aseguró en una entrevista para un medio británico.
Si bien este éxito no iba a formar parte de su disco “The Game”, ya que no se sentían convencidos de los sonidos, se animaron luego de que lo tocaran frente a Michael Jackson. Cuando lo escuchó, le sugirió a Queen que funcionaría como uno de sus sencillos del álbum, es más "sería un éxito".
En pocas palabras, los animó y así fue como el tema salió a la luz. “De hecho, Michael Jackson sugirió que lo lanzáramos como single. Él era un fan nuestro y solía venir a nuestros shows”, dijo Deacon en una entrevista. A él, se le unió Freddie Mercury, quien recordó cómo fue que el “Rey del Pop” le insistía en que la cante en los escenarios: "Freddie, necesitas una canción con la que los gatos puedan bailar".
Gracias a los sonidos del bajo de John Deacon, el tema es inmediatamente reconocible desde los primeros compases así hayan pasado 40 años.
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