El Domingo de Ramos fue la ocasión especial para que los feligreses de la provincia de Pisco vivan la fe en Cristo en la nueva infraestructura de su emblemático templo.
Cuando el terremoto de agosto de 2007 destruyó la iglesia San Clemente de Pisco, la desazón se apoderó de los fieles católicos. Entonces, no solo había que recuperarse del dolor provocado por las muertes de amigos, vecinos y familiares, había también que recuperar ese espacio de oración y esperanza tan necesario tras la fatalidad.
Pasaron casi cinco años para que el templo reabriera sus puertas, esta vez con una moderna infraestructura cuya construcción fue financiada principalmente por el Arzobispado de Lima a través de colectas que realizaba los últimos domingos de cada mes.
La emoción por esta apertura cobró un cariz especial porque marcó el inicio de la Semana Santa 2012, en un Domingo de Ramos lleno de júbilo para los devotos que por centenares participaron -con sus palmas de olivo en la mano- de la misa que ofreció el párroco Vicente Diez Varona.
El padre Vicente agradeció, en su discurso, a las personas e instituciones públicas y privadas que contribuyeron a que el templo fuera reconstruido. Agradeció de un modo especial al Arzobispado de Lima.
Recordó, no obstante, que aún persisten aspectos por mejorar, como la compra de unas 100 bancas para cubrir el espacio destinado para los fieles. Manifestó que actualmente el templo cuenta con 40 bancas y el ambiente tiene una capacidad para albergar 138.
El nuevo local de la iglesia San Clemente será consagrada próximamente, y se prevé que la ceremonia esté a cargo del Cardenal de Lima, monseñor Juan Luis Cipriani.
Cabe indicar que el nuevo recinto religioso fue levantado en el mismo terreno donde la anterior infraestructura quedó reducida a escombros.
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