El proyecto Masi (“compañero” en quechua) fue autorizado por a Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud.
Un grupo multidisciplinario de especialistas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) se unieron para colaborar en la creación de 200 ventiladores mecánicos de emergencia, destinados a atender a pacientes con la COVID-19, informó la Decana de América.
Bajo la coordinación general del ingeniero biomédico de la PUCP, Benjamín Castañeda, el proyecto Masi (“compañero” en quechua) contó con la participación sanmarquina a través de la evaluación preclínica del mecanismo de funcionamiento de dichos ventiladores realizada en la Clínica de Animales Menores de la Facultad de Medicina Veterinaria (FMV) de la UNMSM
El equipo de validación de la UNMSM estuvo integrado por los médicos veterinarios César Gavidia, Juan Calcina, Roberto Dávila, Willy Bocanegra, Evelyn Sánchez y Johan Calderón; la patóloga, Rosa Perales; y el estudiante, Alejandro Marroquín. Estos especialistas tuvieron a su cargo las pruebas del equipo en un modelo animal porcino con la finalidad de garantizar su correcto uso en personas.
El vicedecano de Investigación y Posgrado de la FMV y miembro del equipo, César Gavidia Chucán, señaló que, junto a la toxicóloga de la PUCP, Fanny Casado, se creó un equipo de médicos veterinarios con experiencia en manejo de anestesia, cardiología animal y otros aspectos necesarios para la validación.
“Esto demuestra que somos capaces de producir de manera local equipos, materiales instrumentales, vacunas y medicinas que tranquilamente se pueden evaluar. El veterinario puede hacer tranquilamente estos trabajos de colaboración y prestar nuestros conocimientos y experiencias en diferentes áreas”, mencionó.
Asimismo, el proceso de validación contó con la aprobación de un comité de ética de investigación que permitió que las pruebas se realicen cuidando el bienestar de los animales y su correcto manejo durante todo el proceso.
Estos ventiladores están diseñados para ser 100% esterilizables con la finalidad de evitar contagios entre pacientes. Además, cuenta con baterías que brindan autonomía al equipo por varias horas ante un eventual corte eléctrico.
Hace unas semanas, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud (Minsa), otorgó al equipo realizador la autorización para la fabricación y producción de dichos ventiladores que serán donados para suplir la deficiencia que enfrentamos a raíz de la crisis sanitaria de la COVID-19.
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