Conoce cómo detectar y prevenir enfermedades como la neumonía, dermatitis, infección urinaria e incluso el sarampión para garantizar un desarrollo infantil saludable.
Los primeros cinco años de vida son esenciales para garantizar un desarrollo infantil saludable, en este periodo los niños y niñas desarrollan la mayor parte de su cerebro y adquieren las habilidades físicas y mentales que les ayudarán en el futuro. Precisamente en este periodo se presentan enfermedades recurrentes que es importante conocer y tratar a tiempo.
A continuación detallamos cuatro de las enfermedades más comunes en niños menores de cinco años para que sepas cómo detectarlas y prevenirlas en tus hijos o hijas. Recuerda que si notas alguno de los síntomas, debes recurrir al centro de salud más cercano para un adecuado tratamiento.
1) Resfriado común
Es una de las afecciones más comunes en los niños y se produce por virus que afectan las vías respiratorias. Los síntomas comunes son la mucosidad, congestión nasal, tos e incluso fiebre. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa), tres de cada cuatro consultas médicas atendidas en los establecimientos de salud del país son por infecciones respiratorias agudas.
El peligro es que si no se tratan a tiempo, pueden causar neumonía e incluso la muerte. De hecho, el virus de la influenza y la bacteria del neumococo son las causas más comunes de la neumonía. Sus síntomas incluyen tos y fiebre persistente después de 48 horas, respiración rápida y dificultad para respirar.
Para prevenirla, se recomienda que los padres y madres cumplan con el calendario de vacunas de los niños. La del neumococo debe recibirse a los 2, 4 y 12 meses, mientras que la vacuna de influenza a partir de los 6 meses. En el Perú, ambas son gratuitas para todos los niños y adultos mayores de 60 años en los centros de salud.
Otras acciones de prevención incluyen alimentar al bebé solo con leche materna durante los primeros seis meses de vida, luego, incluir frutas y verduras en la dieta, lavarse bien las manos, ventilar los ambientes y cubrirse con el antebrazo al estornudar o toser.
2) Infección urinaria
Aunque también se presenta en niños, principalmente afecta a las niñas, esto porque “la uretra femenina es más corta, lo que la hace más vulnerable al ascenso de bacterias por la vía urinaria inferior”, según comenta el médico Daniel Galarreta, especialista en urología.
Algunos síntomas de alerta son: dolor abdominal, ganas constantes de ir al baño, dolor, picazón o ardor al orinar y, en muchos casos, mojar la cama. Cuando la infección llega a los riñones puede producir fiebre y es urgente tratarla a tiempo. La detección se realiza con muestras de orina y el tratamiento se da de acuerdo con el perfil del niño y el tipo de bacteria encontrada.
Para saber cómo prevenirlas hay que conocer las principales causas detrás. Estas son la poca ingesta de líquidos, la retención de orina y la falta de higiene. Por esta razón, es esencial que los niños tomen desde un litro a uno y medio de agua diario desde el primer hasta los diez años de edad. Asimismo, enseñarles a no aguantarse las ganas de orinar, a lavarse las manos antes y después de entrar al baño y a limpiarse de manera adecuada luego de hacer las necesidades.
3) Sarampión
Esta enfermedad viral es altamente contagiosa. El virus se propaga cuando los enfermos tosen o estornudan, de hecho, las gotas minúsculas que se expulsan quedan activas en el aire hasta por dos horas. Los signos de alarma incluyen fiebre alta y erupciones en la piel que empiezan en el rostro y bajan al cuello, tronco, hasta llegar a los pies.
Aunque es una enfermedad benigna, puede presentar complicaciones respiratorias y neurológicas. A pesar de esto, datos del Minsa indican que solo el 58% de los niños de Lima están vacunados contra el sarampión, rubeola y polio. "La mayoría de los pacientes se recuperan en dos o tres semanas. Sin embargo, el sarampión puede causar complicaciones graves, tales como: encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído, neumonía e incluso la muerte, sobre todo, en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos", explica María Elena Martínez, jefa de la Dirección de Inmunizaciones del Minsa.
Lo recomendable para prevenirla es cumplir con las vacunas del niño, ventilar los ambientes y evitar el contacto con pacientes enfermos, sobre todo, tener precaución en la escuela.
4) Dermatitis atópica
Es una enfermedad cutánea crónica inflamatoria cuyos síntomas más comunes son la picazón en los ojos, nariz, cuello y brazos. Debido al rascado, que principalmente es nocturno, se provocan lesiones. Datos oficiales señalan que nueve de cada diez niños con dermatitis atópica sufren de trastornos de sueño porque pasan casi una cuarta parte de la noche rascándose.
Rosa Inés Castro, médico del Instituto Nacional de Salud del Niño, señala que dos de cada veinte niños peruanos la padece. Agrega que se produce después (y a veces antes) de los tres meses de edad y puede durar entre unos pocos meses y varios años, dependiendo del niño. Un signo crucial es la piel seca, sensible e hiperreactiva.
La reacción se produce porque la piel no cuenta con lípidos naturales en su superficie y queda desprotegida. Si el niño es atópico, se debe tener especial cuidado con los productos y cosas que usa, por ejemplo, los jabones con detergente o la ropa sintética pueden empeorar su condición. Para prevenirla también es esencial que los niños y niñas se aseen bien.
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