Elena Cruz, impulsora de una olla común en Arequipa; Ana Apolini, enfermera de Andahuaylas; y Nahary, fisioterapeuta de Pisco, Ica, nos cuentan sus historias y recuerdan el camino difícil que hay que recorrer en el Día Internacional de la Mujer.
Este 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos ayuda a recordar la lucha diaria de miles de mujeres para salir adelante en nuestra sociedad, pese a la adversidad y, más aún, en tiempos de pandemia y crisis económica.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el tercer trimestre de 2021, el ingreso de las mujeres llegó a ser solamente el 72% de los ingresos de los hombres en el Perú. En otras palabras, si un hombre percibe S/ 1000, una mujer ganará S/ 720 por realizar el mismo trabajo.
De acuerdo a esa estadística, la diferencia salarial se debe a la carga de trabajo doméstico, el cual recae principalmente sobre las mujeres. Mientras ellas dedican 40 horas a la semana a las actividades domésticas, los hombres les dedican solo 15.
RPP Noticias recoge la historia de tres mujeres de regiones en este día. Una de ella es Elena Cruz Salle, una aguerrida madre que fundó la olla común “La cuarentena”, que alimentó en pandemia a más de 300 personas, en Arequipa.
Día Internacional de la Mujer: "No seamos quedadas"
Elena, es dueña de una pequeña tienda de abarrotes, tiene 47 años, es madre de dos hijos y vive en Arequipa. La pandemia fue dura para ella y las mujeres de su zona. Sin embargo, organizó a las madres para cocinar entre 180 a 200 raciones diarias, que sustentaban a niños y ancianos de la Ciudad Blanca.
"Hemos salido por quince días, porque el gobierno daba por 15, por tres meses, por 60 días, por 30 días. Nada más. Pero no pensamos que esto se iba a extender, por eso se llama 'La Cuarentena'. Las mujeres reactivémonos económicamente a través de talleres, empresas. Emprendamos. No esperemos el sueldo nada más del esposo y nos quedemos ahí. No seamos quedadas", enfatizó.
Día Internacional de la Mujer: "No solo el hombre trabaja"
En el rubro de la salud encontramos a Ana Apolini Chipana de 56 años, una enfermera con 21 años de servicio que labora en el puesto de salud de Choccepuquio en Andahuaylas, región Apurímac. Ella camina por las alturas apurimeñas para vacunar a la población de la zona rural, que no puede acudir a un establecimiento médico.
"Tengo que caminar hasta el domicilio donde hay niños, porque está arriba y tenemos niños ahí, y adolescentes, adultos mayores y sí o sí tengo que llegar a ese sitio. Dar el mensaje a todas las mujeres que no se rindan. Que no solo el hombre trabaja, la mujer trabaja, trabaja desde muy temprano, desde madrugadas hasta el anochecer", comentó.
El día de Ana suele comenzar a las 5 de la mañana, cuando sale del puesto de salud hasta el centro poblado de Campanayoc. Para llegar hasta este sector, se tiene que movilizar en una mototaxi por más de 30 minutos y después, hacer caminatas de horas.
Ana integra una de las 160 brigadas que día a día recorren las siete provincias y 84 distritos de Apurímac, para inmunizar a la población más vulnerable. Según la Dirección Regional de Salud, el 80 % de vacunadores que recorren casa por casa para inmunizar contra la COVID-19, son mujeres.
Nahary: "Luchen por sus sueños"
En Pisco, en la región Ica, encontramos a Nahary Santisteban Jiménez. Ella es fisioterapeuta con 31 años. Antes de la pandemia ahorró para poner un consultorio en su vivienda, en el distrito Túpac Amaru, sin embargo, su mamá se contagió con la COVID-19 y falleció. Este fue un duro golpe para ella y sus cuatro hermanos, porque en medio de la pandemia, como otras mujeres luchadoras, tuvo que reinventarse.
"Me afectó en lo que es mi trabajo, porque no podía desarrollarme con total normalidad. No podía ir a atender a algunos pacientes en su casa. O no podía recibirlos acá y tuve que empezar a hacer otras cosas para poder generar ingresos. Tejía pulseras de hilo chino con nombres. Vendía también alfajores de unos familiares que me enviaban de Huancayo. Y así podía solventar algunos gastos en casa", contó.
Han pasado ocho años desde que Nahary se convirtió en mamá. Su día empieza a las 6 de la mañana para atender a su esposo e hijo y luego realizar actividades propias de su profesión como fisioterapeuta, "Quee las mujeres luchen por sus sueños, por alcanzar sus metas, proyectos, todo lo que uno se traza en la vida. Que nunca dejen que las personas negativas les digan que no pueden hacer algo, porque sí se puede", dijo.
Elena, Ana y Nahary nos recuerdan que esta fecha, más allá de celebraciones necesita más esfuerzo de todos, para lograr la igualdad ansiada y para eliminar viejos estereotipos y paradigmas que han relegado el desarrollo de la mujer.
Según la Defensoría del Pueblo, hasta septiembre de 2021, de cada 100 mujeres en edad de trabajar, solo 62 accedieron al mercado laboral. En cambio, para los hombres la proporción fue de 79.
Historias como las de Elena, Ana y Nahary nos recuerdan que, por encima de la adversa realidad, están las ganas y el esfuerzo de muchas peruanas para sacar adelante a sus familias y al país.
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