Pese a que más de la mitad del Perú está cubierto de bosques, según el Ministerio del Ambiente, desde el 2001 hasta el 2023 se han perdido millones de hectáreas de estos, sobre todo en la Amazonía. ¿Qué consecuencias trae la deforestación y qué hacer antes de que sea demasiado tarde?
Medio Ambiente
El Perú ha perdido más de 3 millones de hectáreas en 23 años.
El 60% del Perú está cubierto de bosques, lo que nos posiciona como el noveno país con más extensión de bosques en todo el mundo. Esto podría ir cambiando en los próximos años, pues desde el 2001 hasta el 2023 nuestro país ha perdido más de 3 millones de hectáreas de bosques [lo que equivale al tamaño de todo Cajamarca], reporta la plataforma GeoBosques del Ministerio del Ambiente (Minam) revisada por RPP Data.
El año pasado se perdieron 132 mil hectáreas en todo el país, siendo las regiones de Madre de Dios, Ucayali, San Martín y Loreto las más afectadas, de acuerdo a la mencionada plataforma.
Las principales causas de esta pérdida son la expansión de la agricultura informal [a pequeña, mediana y gran escala], el avance de las economías ilegales como la minería y la tala, los cultivos ilegales de coca y, en menor escala, la construcción de carreteras, indica la Estrategia Nacional sobre Bosques y Cambio Climático del Minam.
Jose Luis Capella, director del Programa de Bosques de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), sostiene que cada región tiene contextos sociales y ambientales distintos, por lo que se deberían definir políticas ambientales de acuerdo a cada realidad.
"En Madre de Dios puede ser por la preponderancia de minería ilegal, en Loreto por los cultivos de panllevar [conjunto de productos agrícolas de primera necesidad], en San Martín tienes el factor café y ahora la palma también es importante. No se puede hablar de una sola causa. Lo que sí se puede notar es que hay un factor importante que es el agropecuario, potenciado por las carreteras no planificadas y una falta de ordenamiento del territorio", detalla.
Lenta respuesta por parte de los tres niveles de gobierno
El 2020 fue el año en el que el Perú perdió la mayor cantidad de hectáreas de bosques, superando las 200 mil, según GeoBosques. Expertos consultados para este informe coinciden en que, ese año, la deforestación fue agravada por la ausencia del Estado y la falta de fiscalización, debido a la crisis de la pandemia.
“La idea de las ciudades como Lima durante la pandemia era que, al quedarnos todos en casa, permitíamos que la naturaleza y los animales aparezcan. Pero en la Amazonía la gente no dejaba de trabajar el bosque. Como no podían trabajar con los medios normales [por las restricciones de la pandemia], la gente se refugió en las zonas donde antes no estaban y amplió la frontera agrícola, deforestándola. Cuando el Estado se repliega y deja de fiscalizar las actividades informales o ilegales, ocurren estas cosas”, detalla Jose Luis Capella de la SPDA.
En la actualidad, se observa una reacción lenta por parte de los tres niveles de gobierno [central, regional y local] para proteger nuestros bosques. La doctora en Ciencias Naturales, Ana Sabogal, alerta sobre las leyes que aprobaron desde el Congreso y que afectarían nuestros bosques o la falta de respuesta inmediata ante los incendios forestales reportados desde las últimas semanas y que ya han afectado 3,500 hectáreas de áreas naturales y pastos de cultivo, según INDECI.
"El Estado está trabajando algunas acciones puntuales pero de manera un poco lenta. Por ejemplo, se dieron lineamientos para incendios forestales, pero cuando ya habían comenzado estos eventos. La Ley llamada Antiforestal ha desencadenado la búsqueda de nuevos terrenos para invadir", comenta.
La experta agrega que las autoridades locales y regionales son las responsables de actuar dentro de su localidad, pero con una articulación directa con el Gobierno Central. "Lamentablemente eso no se está dando o se da muy poco. Tiene que haber mucho más diálogo entre las diversas entidades que conforman la institucionalidad ambiental", indica.
Los bosques están a cargo del Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego; sin embargo, entre ambos sectores tampoco hay diálogo, agrega Sabogal.
"El Midagri no se ha pronunciado sobre los incendios forestales y el Minam ha dicho algunas cosas que no fueron acertadas como que van a meter presos a las personas que están incendiando la Amazonía, eso es solo enfocarse en una parte [del problema]. Aquí el principal responsable es el Estado porque no ha prevenido, no se tienen los planes de contingencia adecuados y porque no ha actuado en el momento", puntualiza.
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El reto de la reforestación y la conservación de nuestros bosques
En el 2023, el Perú se convirtió en el quinto país en todo el mundo en haber perdido la mayor cantidad de bosques, de acuerdo con el World Institute Resources (WRI). Una de las prácticas para recuperar estos bosques es la reforestación, que consiste en preparar el terreno y plantar nuevos árboles en áreas dañadas. Esta semana, el Midagri anunció la ejecución de 14 proyectos a nivel nacional, a cargo del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Sin embargo, esta práctica toma tiempo, explica Eric Cosio, director del Instituto de la Naturaleza, Tierra y Energía (INTE-PUCP). “Un bosque que ha sido talado puede demorar entre 10 a 20 años en recuperar buena parte de su status. Se perderán algunas especies, pero podrá acercarse eventualmente al bosque que fue anteriormente. Esto [puede darse] si es que solo es talado o dañado por fuego ligero, cuando ya hay un daño al subsuelo por extracción minera, la reforestación requiere un tratamiento [mucho más focalizado]”, explica.
Por otro lado, el impacto del cambio climático en la pérdida de bosques y en el abastecimiento de agua ya se está observando en otros países. "Chile lo está sufriendo [con la falta de agua] en su zona central. Nuestra bendición es que el problema está un poco lejano, por eso dependemos de tener buena gobernanza y buenos planes de gobierno para ir planificando [qué hacer ante] la falta de agua en la costa", advierte Cosio.
Sobre la ocurrencia de los incendios forestales, el experto detalla que dependerá de qué tan intensos sean los ciclos del Fenómeno El Niño o La Niña que ocurran en los próximos años. "Ya van dos temporadas de sequía que tenemos y que duran el tiempo usual, pero que son de una intensidad dramática", comenta.
El cambio climático también contribuye que estos incendios se agraven, agrega el ingeniero agrónomo Tony Vizcarra. "El aumento de la temperatura y los fuertes vientos contribuyen a que muchas especies de plantas se mueran y que estos ambientes estén susceptibles. Por eso cuando los incendios comienzan en un lugar, llegan fácilmente a otros bosques mediante las plantas muertas [que avivan el fuego]. El cambio climático está intensificando todo", considera.
En ese sentido, agrega que los bosques juegan un papel importante, no solo regulando el clima, sino porque muchas comunidades locales dependen directamente de los recursos del bosque. "Cuidar de los bosques significa garantizar alimento, agua y sobre todo mantener la salud pública de poblaciones vulnerables. Podemos utilizarlo para obtener otros recursos, pero de una manera mucho más responsable", señala.
De esa manera, estaremos conservando no solo la biodiversidad de nuestro país, sino también estamos garantizando el bienestar de toda una población. "Podemos obtener alimento y generar condiciones económicas, pero manteniendo el bosque en pie", finaliza Vizcarra.
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