El valor total de los contratos de la empresa brasilera alcanzó los US$ 12,534 millones.
La constructora brasilera Odebrecht reconoció al Departamento de Justicia de los Estados Unidos que pagó US$ 29 millones en sobornos a funcionarios peruanos entre 2005 y 2014 para obtener el contrato de proyectos públicos. El Gobierno Central, gobiernos regionales y las municipalidades le otorgaron concesiones de obras que sumaron US$ 12,534 millones.
La obra con mayor valor que se adjudicó Odebrecht fue la del Gasoducto Sur Peruano en 2014 en el Gobierno de Ollanta Humala. Se trató de un contrato de US$ 7,239 millones. Tras los escándalos de corrupción que han afectado la empresa, un fondo canadiense comprará sus acciones.
Las municipales y gobiernos regionales también confiaron en la empresa brasilera importantes obras. La Municipalidad de Lima le encargó el proyecto Vías nuevas de Lima con un valor de 499 millones de dólares en 2012 y Gobierno Regional de Cusco le concesionó la vía de evitamiento de la ciudad de Cusco por US$ 113 millones en 2010.
El origen del escándalo. Como parte de un programa impulsado por el presidente Lula y su entonces ministra de Energía, Dilma Rousseff, Petrobras licitó sus obras a grandes empresas de ingeniería y construcción de Brasil, entre ellas Odebrecht, para estimular la creación de empleos.
Para favorecer la contratación de ciertas empresas, la petrolera pedía sobornos que rondaban el 3% del presupuesto de cada obra, que se repartían entre políticos y empresarios. El dinero era reintroducido al sistema a través de hoteles, lavanderías y estaciones de gasolina para ser blanqueado. Luego era transferido a cuentas en el extranjero.
En 2013, la justicia de Brasil expuso este caso como parte de la operación Lava Jato. Se descubrió que miembros del Gobierno extendieron esta red de sobornos para que las principales constructoras de ese país logren importantes concesiones en toda América Latina.
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