En un país sísmico y de eterna ocurrencia de lluvias, huaicos, deslizamientos, friajes, entre otros, solo 13 gobiernos regionales (52 %), 37 municipalidades provinciales (19 %) y 61 municipios distritales (4 %) tienen aprobados sus planes de prevención y reducción de riesgos de desastres, según la Defensoría del Pueblo. ¿Por qué no se invierte en prevención si hay dinero?
“Las autoridades nunca nos advirtieron sobre el peligro, al contrario, nos dieron título y nos dotaron de servicios básicos”, cuenta Ubaldo Huayta, un hombre que en febrero de 2020 perdió su vivienda a causa de las fuertes lluvias que ocasionaron un huaico en Tacna.
Él, junto a otras 25 familias del sector de La Rotonda, en el distrito de Alto de la Alianza, en la provincia y región de Tacna, fue afectado por los deslizamientos de piedras y lodo que, además, causaron la muerte de tres personas.
Año a año, nuestro país es lugar de eventos naturales como lluvias, huaicos, deslizamientos, friajes y sismos que no solo destruyen infraestructura pública, viviendas, sino también vidas. Solo en abril de 2017, tras el azote del Fenómeno del Niño Costero de ese año, se registraron más de 160 mil damnificados, 980 mil afectados y 114 fallecidos, según cifras del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional.
El testimonio de Huayta induce a considerar la poca importancia que el Estado peruano le da a la prevención. Si bien el Perú es un país altamente vulnerable a la ocurrencia de fenómenos naturales, las consecuencias podrían ser menos desastrosas si se priorizara la gestión de riesgos, tal como lo indicó Juvenal Medina Rengifo, jefe del Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred).
“Cada emergencia que vive el país, a consecuencia de la ocurrencia de los fenómenos naturales, nos está mostrando la falta de acciones en prevención, porque mientras hagamos mayores inversiones en controlar el riesgo y corregirlo, estos (los fenómenos naturales) ya no llegarían a convertirse en emergencias…Toda la inversión que se hace en gestión reactiva, en respuesta y rehabilitación es inversión que alivia los daños y necesidades, pero no corrige el problema”, manifestó para este informe de RPP Noticias.
El papel de los gobiernos municipales y regionales en la prevención
Según la Defensoría del Pueblo, en el Perú, las municipalidades y los gobiernos regionales están obligados a elaborar una serie de planes que tienen por objetivo la gestión de riesgo de desastres.
“Dentro del marco de la ley que crea el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD), las municipalidades distritales, provinciales y gobiernos regionales tienen que elaborar distintos tipos de planes que le permitan garantizar la protección y la integridad de las personas frente a los desastres”, indicó Alicia Abanto, adjunta para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo.
Ese es el instrumento que permite a las autoridades plantear soluciones que eviten efectos negativos de los fenómenos naturales. Sin embargo, hay un gran porcentaje de estas entidades que no han cumplido con elaborar dichos procedimientos.
Según reportes de la Defensoría del Pueblo, a la fecha, solo 13 gobiernos regionales (52% del total de estos organismos), 37 municipalidades provinciales (19 %) y 61 municipalidades distritales (4 %) tienen aprobados sus planes de prevención y reducción de riesgos de desastres. Es decir, en este aspecto, el cumplimiento de todas las entidades de gobierno local es, en promedio, de un 25 %.
El jefe del Cenepred, Juvenal Medina Rengifo, confirmó estos datos y señaló que hasta el momento tienen solo 164 planes de gestión de prevención de riesgos aprobados. Además, manifestó que hay 11 gobiernos regionales, 160 municipalidades provinciales y 1 622 municipalidades distritales que aún no presentan dicha documentación. Es decir, faltan 1 800 planes de prevención.
Para la Defensoría del Pueblo, el incumplimiento se debe a la falta de capacidad técnica, de compromiso, decisión política, pero también a problemas presupuestales.
“Hay una insuficiente asignación presupuestal para la gestión y reducción de riesgo de desastres… Para el próximo año, incluso, habrá más limitaciones por la pandemia; sin embargo, también hay una ineficiente utilización de los recursos públicos, además de la falta de transparencia y la corrupción”, señaló Alicia Abanto.
¿Qué porcentaje del presupuesto para prevención se ha ejecutado?
Entre los Mecanismos Financieros para la Gestión del Riesgo de Desastres se tiene al Programa Presupuestal 068 con el cual los gobiernos regionales y locales pueden asignar recursos para la ejecución de acciones orientadas a la evaluación, prevención, respuesta, asistencia humanitaria y trabajos de rehabilitación ante la ocurrencia de una emergencia o desastre.
La adjunta para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo señaló que, en el caso de los gobiernos regionales, en lo que va del 2020, solo han ejecutado el 42% del presupuesto, una de las cifras más bajas de los últimos años si se toma en cuenta que, por ejemplo, en el 2019 se ejecutó el 53% y en 2018, el 61%.
En el caso de las municipalidades provinciales y distritales, el panorama es un poco más alentador, pues se ha ejecutado el 62 %, como se observa en el cuadro que figura a continuación.
¿Se puede sancionar a quienes incumplen?
Alicia Abanto indicó que la Ley 29664, en su artículo 20, señala que incurre en infracción la autoridad que incumple con las obligaciones establecidas en el marco del sistema de prevención y gestión de riesgo de desastres.
“La ley 30779 establece que se puede generar la suspensión en el cargo del alcalde, del gobernador, vicegobernador, consejero u otra autoridad por no cumplir con las funciones en materia de defensa civil”, manifestó.
Las normas establecen responsabilidad para los funcionarios que incumplen obligaciones para proteger a las personas.
Los fenómenos que más daños causan al país
Según el Cenepred, entre el 2003 y el 2020 se han registrado más de 26 mil emergencias, la mayor parte referidas a fenómenos hidrometeorológicos asociados al comportamiento del clima como lluvias, huaicos, deslizamientos e inundaciones.
“En esa lista de diversidad de fenómenos que afectan al país también están los sismos. Sin embargo, no se ha vivido uno de gran magnitud, pero existe un alto riesgo de que podríamos experimentar un terremoto debido a la alta sismicidad que tiene nuestro territorio”, señaló Juvenal Medina Rengifo.
En el presente año, pese a la presencia de la pandemia del nuevo coronavirus, el país también se afectó por algunos fenómenos naturales que causaron graves daños.
“Este año estuvieron los fenómenos asociados a las lluvias intensas… Hemos tenido fenómenos de huaicos e inundaciones que afectaron, por ejemplo, a Tacna y Moquegua a inicios de año”, señaló el jefe del Cenepred.
Estos son los fenómenos que más afectaron al país en los últimos años:
Bajas temperaturas
- Descenso de temperatura
- Friaje
- Helada
Incendios forestales
Inundaciones
Movimiento en masa
- Alud
- Aluvión
- Avalancha
- Derrumbe
- Deslizamiento
- Huaico
Sismos
Las regiones más vulnerables
Según el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), Cusco, Huancavelica, Puno Lima y Apurímac son las regiones con el mayor caso de emergencias registradas en el país, durante el periodo de enero 2003 a agosto 2020.
El Instituto de Defensa Civil registró un total de 26,791 emergencias en ese periodo de tiempo y de todos esos eventos, Cusco presentó 2,905 (11 %); Huancavelica, 2,484 (9 %); Puno, 2,396 (9 %); Lima, 2,140 (8 %); y Apurímac, 2,023 (8 %).
De acuerdo a cifras del Cenepred, las regiones más vulnerables de ser afectadas por derrumbes y huaicos son Junín, Cusco, Áncash, La Libertad y Ayacucho. En este caso, las personas expuestas y susceptibles llegan a casi tres millones.
En el caso de las heladas, las más expuestas son Puno, Cusco, Huancavelica, Arequipa y Ayacucho. Mientras tanto, Madre de Dios, Ucayali y Cusco son las que más se afectan por el friaje.
Cuando no hay prevención ni reacción
Existen ciudades cuya población aún no se ha logrado recuperar de los efectos causados por los fenómenos naturales. Un claro ejemplo es lo que ocurre en Trujillo, que en el 2017 fue afectado por el Niño Costero.
En ese año, las fuertes lluvias ocasionaron el desborde de tres quebradas: El León, San Ildefonso y San Carlos.
Elías Alcántara, vicepresidente del Comité Multisectorial Quebrada El León del distrito de Huanchaco, señaló que hay 80 familias que continúan viviendo en módulos temporales a la espera de las viviendas ofrecidas por el Gobierno.
El dirigente lamentó que hasta la fecha no se haya ejecutado ningún trabajo de prevención y solo se ha realizado la limpieza y descolmatación de la quebrada cuyo costo fue de unos 9 millones de soles.
“Lamentar que se haya hecho ese gasto, porque a la fecha el cauce de la quebrada está nuevamente invadido por desmonte y basura, no hay supervisión. Prácticamente han dejado en abandono a la limpieza, por lo tanto, ha sido una inversión inútil”, señaló.
Alcántara indicó que si no se realiza un trabajo de prevención, unas cinco familias que viven en las zonas aledañas a la quebrada El León serían damnificadas ante un eventual desborde.
Otro ejemplo, y aún más reciente, es el caso de Tacna. Allí, en febrero de este año, se reportaron tres víctimas mortales en el distrito de Alto de la Alianza debido al desborde de la quebrada del Diablo.
Ubaldo Huayta, quien contó que tuvo que saltar al techo de la vivienda de su vecina para salvar su vida, contó a RPP Noticias que hasta la fecha no se realiza ningún trabajo de prevención en dicha quebrada y tampoco han recibido ayuda para reconstruir su vivienda.
“Los damnificados seguimos viviendo una situación caótica, con esta pandemia prácticamente hemos pasado a un segundo plano. Ya las autoridades se han olvidado de nosotros”, señaló.
Refirió que ninguna autoridad se ha comunicado con ellos para indicarles si van a ser reubicados o van a brindarles ayuda para reconstruir sus viviendas.
Inversiones con enfoque de prevención
Juvenal Medina Rengifo manifestó que las inversiones deben tener una orientación de prevención para reducir riesgos y generar menos gastos a futuro.
“Se debe crear mecanismos para orientar la inversión en reducción de riesgos, porque si no se hace eso, caminaremos de desastre en desastre… Cada vez hay mayor población expuesta, mayor infraestructura que está también expuesta a sufrir los eventos que son recurrentes”, manifestó.
Medina Rengifo dijo que es necesario trabajar sobre la reducción de la vulnerabilidad, corregir el riesgo, corregir la vulnerabilidad es importante, puesto que los eventos van a seguir ocurriendo todos los años. La lluvia, por ejemplo, es uno de ellos.
“El problema no es la lluvia, no le echemos la culpa a la lluvia, el gran problema que tenemos es porque aún no hemos logrado crear la infraestructura adecuada para manejar adecuadamente la presencia del agua y poder controlar los caudales y evitar efectos negativos”, indicó.
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