"Saltando de un techo al otro": La historia de la familia que grabó el video del huaico arrasando su casa en Tacna

Su nieta grabó un video que se hizo viral en las redes sociales al mostrar la magnitud del huaico que arrasó con su casa en Tacna. Ubaldo Huayta Sonco, su pareja Mari Luz Arapa, sus hijos y nietos integran otra de las familias que lo perdieron todo en esta emergencia.

Ellos viven en el sector de La Rotonda, en el distrito de Alto de Alianza, uno de los más afectados por los deslizamientos de piedras y lodo que se registraron en vísperas en la región sureña.

Ubaldo Huayta contó a RPP que fue sorprendido por el huaico cuando cenaba junto a su familia. Todos tuvieron que saltar los techos de sus vecinos para sobrevivir.

"Estábamos cenando, conversando y escuchamos por radio que se había activado la quebrada del Diablo. Entonces, yo salí a ver mi auto y como la avalancha ya se venía, optamos por subir al techo para ponernos a salvo. Tanta era la fuerza que tuvimos que pasarnos de techo en techo porque el agua ya había rebalsado", narró.

Señaló también que autoridades del Gobierno regional llegaron a la zona afectada para hacer una inspección, pero no les han brindado ayuda material. Anoche el alcalde distrital les proporcionó camás, colchones y frazadas para los afectados, resaltó. "Ahí hemos podido descansar, pero no tenemos comida", lamentó.

"Todo está perdido", dijo por su parte su pareja, Mari Luz Arapa. "Fue cuestión de minutos, escuchamos que decían que venía el huaico y tuvimos que subir como pudimos al techo. Logramos grabar un video, pero luego sentimos que toda la casa se movía, se rompió la puerta, la ventana, el huaico entró a mi cuarto... Tuvimos que saltar de un techo al otro y así terminamos al otro lado de la avenida", contó.

En el video que grabó la nieta de Ubaldo Huayta, se puede escuchar los gritos de desesperación de la familia mientras observan cómo la masa de piedras y lodo entra a la vivienda y destruye todo a su paso.

Ubaldo Huayta se desempeñaba hasta ayer como conductor, su herramienta de trabajo también quedó sepultada bajo el barro.