La Fiscalía Ambiental reveló que la minería ilegal opera en 11 regiones y pone en riesgo ecosistemas únicos como el Parque Nacional Huascarán, la Reserva de Tambopata y las propias Líneas de Nazca. Más de 6 mil hectáreas han sido arrasadas solo en 2024.
La minería ilegal avanza sin freno y amenaza 23 áreas naturales protegidas en 11 regiones del Perú, reveló la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental a RPP Data. A ello se suma el creciente riesgo sobre las Líneas de Nazca, donde existen más de 200 solicitudes de explotación minera, pese a que esta actividad está prohibida por ley, de acuerdo con el Observatorio de Minería Ilegal.
Uno de los casos más preocupantes es el del Parque Nacional Huascarán. Allí, los operativos contra la minería ilegal se enfrentan a los constantes conflictos sociales con los comuneros que no permiten el ingreso de las autoridades a la zona, explica el fiscal superior Frank Almanza, coordinador de las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental.
"Lamentablemente, siempre que se ha pretendido ingresar, las personas son bastante renuentes a permitir algún trabajo en la zona. Hay mucha población vinculada con la minería. Si no hay presencia del Estado, y más bien hay presencia de la minería informal o ilegal, que les da algunas facilidades, son captados por los mineros ilegales y se benefician económicamente de ello, con lo que se comienzan a generar economías ilegales a partir de eso", detalla el fiscal Almanza.


Biodiversidad y Amazonía en riesgo por minería ilegal
Las áreas naturales protegidas son espacios en tierra o en agua que están protegidos legalmente por el Estado peruano, debido a su importancia en la conservación de la biodiversidad y desarrollo sostenible. La mayoría de ellas se encuentran en la Amazonía peruana; sin embargo, por lo menos 23 de ellas, entre Parques Nacionales o Reservas Naturales, tienen presencia de mineros ilegales, de acuerdo con información del Ministerio Público. A continuación las zonas que están amenazadas por la minería ilegal:
Algunas de las áreas naturales más reconocidas son la Reserva Paisajística de la Subcuenca del Cotahuasi en Arequipa, espacio donde se ejecutan 3 o 4 operativos (interdicciones) al año. Sin embargo, desde la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental señalan que una de las dificultades que se presenta es el acceso a la zona, ya que la provincia de Cotahuasi queda a 8 horas de Arequipa y los campamentos mineros a 4 o 5 horas más.
En el caso de la Reserva Natural de Tambopata, Reserva Bahuaja Sonene y la Reserva Comunal Amarakaeri, en Madre de Dios, se ejecutan de manera continua operativos contra la minería ilegal en el marco del Plan Restauración, que busca consolidar lo que fue el Operativo Mercurio 2019. Las acciones de interdicción en las áreas naturales protegidas se coordinan de manera frecuente con SERNANP y con la PNP.
Por su parte, el Parque Nacional Ichigkat Muja - Cordillera del Cóndor, en Amazonas, se ve afectada debido a que las actividades de minería ilegal se ejecutan en los ríos donde se viven comunidades. Mientras que en la Reserva Comunal del Sira, se efectúan dos operativos al mes con la participación de funcionarios de la PNP, Marina de Guerra, Entidades Forestales Regionales y la Fiscalía.

Filtración de información complica operativos contra minería ilegal
Lo más grave de todo, advierte el fiscal superior Frank Almanza, es que la corrupción y la filtración de información-dentro de las mismas instituciones encargadas de fiscalizar y realizar los operativos o interdicciones en campamentos ilegales- pone en riesgo la lucha contra este delito.
"Ha habido ocasiones en las que se llega al lugar y simplemente no hay nada, pero en los días previos había actividad minera intensa. La única forma de explicarlo es por corrupción, esa información se ha tenido que filtrar, ya sea del Ejército, de la Policía Nacional del Perú, de la Marina o incluso desde la misma Fiscalía. Ha habido casos en la Fiscalía donde se ha identificado que fiscales estaban vinculados con algún tema de actividad minera ilegal y han sido separados. Este año, por lo menos, estamos haciendo dos investigaciones sobre ese tema", detalla el fiscal Almanza.
Las interdicciones de las que habla el fiscal son operativos en donde se decomisa o destruyen bienes que se utilizan para la extracción ilegal del mineral. El Dr. Almanza agrega que desde el 2015 la cantidad de interdicciones contra la minería ilegal se han quintuplicado pasando de 133 ese año a 602 en 2024. Durante el año pasado, 1,193 campamentos mineros ilegales fueron destruidos y se decomisaron 116 maquinarias pesadas y 984 embarcaciones artesanales.
Sin embargo, recuerda que realizar estos operativos no es la única solución para erradicar la minería ilegal. "La solución al problema de la minería ilegal en el Perú es mucho más compleja que hacer interdicciones. Esta actividad se ha vuelto muy atractiva para los ilegales sobre todo por el precio de la onza del oro [que puede llegar a 3,500 dólares la onza]. Nosotros desde la Fiscalía nos hemos opuesto a que estos famosos Reinfos, estos registros que les permiten a estas personas mantenerse en un proceso de formalización, ya no se sigan prolongando", menciona.

Más de 6 mil hectáreas de Amazonía destruidas
Durante el 2024, la minería ilegal destruyó más de 6 mil hectáreas de Amazonía en el Perú, equivalente a unas ocho veces el tamaño del campo del Estadio Nacional de Lima, de acuerdo a estudios de Amazon Mining Watch. Esto, pese a que la actividad minera es completamente incompatible con la existencia de la biodiversidad, advierte el abogado y vocero del Observatorio de Minería Ilegal, César Ipenza.
"Cada vez más vemos cómo la minería ilegal socava e ingresa a zonas donde no debería ser. Lo que vimos en las Líneas de Nazca no es lo único, la actividad minera en la Amazonía es incompatible con la existencia de la biodiversidad porque para poder desarrollar la actividad se tiene que tomar el bosque, eliminarlo y muchas veces son especies únicas las que viven allí. La deforestación, contaminación y destrucción de estos espacios conlleva la desaparición de esas especies valiosas", explica.
La directora de Biodiversidad y Pueblos Indígenas de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, Silvana Baldovino, advierte también sobre el avance de la minería ilegal en las fronteras con Colombia, Bolivia y Brasil.
"Antes tú hablabas de compartir biodiversidad [entre Perú y otros países], pero gran parte del mercurio que entra a Madre de Dios viene de Bolivia, el oro sale por otra frontera. Ya estamos compartiendo la conexión o la articulación de la ilegalidad. Ya no estamos compartiendo nuestro patrimonio o nuestros recursos de forma positiva, sino que toda esta internacionalización del crimen está haciendo que esto se mueva por diferentes fronteras", comenta.
La Amazonía peruana alberga ecosistemas únicos que todo el mundo admira. Si no actuamos ahora, la minería ilegal los seguirá destruyendo sin retorno.
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