En un hecho histórico para la Orden de San Agustín, el papa León XIV se ha convertido en el primer pontífice proveniente de esta congregación en sus más de ocho siglos de existencia. Esta noticia ha resonado con especial fuerza en el Colegio San Agustín de Chiclayo, Perú, donde el papa pasó parte de su formación y dejó una impresión duradera en la comunidad local.
El Colegio San Agustín de Chiclayo se encuentra en el centro de la atención mundial tras la histórica elección del papa León XIV, el primer pontífice de la Orden de San Agustín.
Este evento marca un hito significativo para la orden religiosa, que durante más de 800 años no había tenido un representante en el máximo puesto de la Iglesia Católica. Fray Shego, un fraile agustino del colegio, compartió sus recuerdos sobre el Papa y su impacto en la comunidad local.
Describió al papa León XIV como una figura cercana y accesible, particularmente con los jóvenes. "Era muy cercano a los jóvenes", señaló Fray Shego, recordando un notable encuentro en 2017 con jóvenes de toda Perú en el Santuario Nuestra Señora de la Paz.
Durante su tiempo en Chiclayo, el papa León XIV dejó una impresión duradera por su humildad y capacidad para conectar con personas de todas las edades.
Su estilo personal y su enfoque pastoral han sido destacados como cualidades que ahora aportará al liderazgo de la Iglesia a nivel mundial.
La elección del papa León XIV es vista por muchos en la comunidad agustina como un signo de orgullo y un llamado a la reflexión.
Fray Shego mencionó que aunque muchos frailes en siglos pasados habrían querido ver a un miembro de su orden convertirse en papa, esto solo ha sucedido ahora, en un momento que consideran señalado por la providencia divina.
Sin embargo, su ascenso al papado también plantea preguntas sobre los desafíos que enfrentará en su nuevo rol.
En un mundo cada vez más complejo y diverso, se anticipa que su liderazgo será crucial en la forma en que la Iglesia se conecte con las nuevas generaciones y aborde temas contemporáneos.
Para el colegio San Agustín y la comunidad local de Chiclayo, el papa León XIV representa no solo un motivo de orgullo, sino también una oportunidad para participar activamente en conversaciones sobre el papel de la Iglesia en la sociedad moderna.
A medida que asume sus responsabilidades papales, el legado del papa seguirá siendo una fuente de inspiración y reflexión para aquellos que sigan su trayectoria desde Perú.
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