Además de la crisis sanitaria, las mujeres peruanas enfrentan mayores dificultades laborales que los hombres en tiempos de pandemia.
La crisis por la pandemia de la Covid-19 ha impactado a la mayoría de los sectores del país. Sin embargo, en el aspecto laboral, son las mujeres las más afectadas. Según un informe del INEI del trimestre abril, mayo, junio de este año, la población ocupada femenina disminuyó 10.4% más que la de hombres.
A esto se le suma la complicada situación que tienen las mujeres para distribuir su tiempo en el trabajo por la carga extra en las labores domésticas y de cuidado. Antes de la pandemia, según cifras de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, las mujeres dedicaban 9 horas más a la semana a estas tareas que los hombres. Durante la pandemia, afirma una encuesta de GenderLab, las mujeres dedican ahora 15 horas más.
Según Marlene Molero, fundadora de GenderLab, esto se debe a que “los roles de género hacen que la mayor parte de esas tareas las asuman las mujeres y al margen de que podamos tener distribuciones más equitativas en casa, el imaginario que hay en la sociedad - que además termina siendo real - es que le toca más a las mujeres”.
Esto genera que en la práctica haya una diferencia grande en las oportunidades laborales para hombres y mujeres. Por ejemplo, casi la mitad de peruanos cree que luego de la pandemia será más difícil para las mujeres conseguir empleo. Esta cifra aumenta cuando se les pregunta por una mujer embaraza, donde 8 de cada 10 peruanos cree que una gestante tendrá mayores dificultades de encontrar trabajo en la coyuntura actual; esto según cifras de la encuesta Percepciones y actitudes de hombres y mujeres frente a la Covid-19 del MIMP.
En el informe Impactos de la epidemia del coronavirus en el trabajo de las mujeres en el Perú presentado por el MIMP y GRADE, aseguran que una barrera muy fuerte para el ascenso y el trabajo femenino son las responsabilidades domésticas “que responden a roles asignados culturalmente para hombres y mujeres”. El informe agrega que tener un niño o niña en el hogar amplía la brecha de empleo entre hombres y mujeres en 10 puntos porcentuales, y cada hijo adicional en 5 puntos porcentuales.
La situación en el Perú no es positiva si vemos los altos mandos en las empresas. Solo 2 de cada 10 gerentes en el Perú son mujeres, según la Encuesta nacional de hogares sobre condiciones de vida y pobreza. Asimismo, en el sector formal, las mujeres ganan en promedio 500 soles menos que los hombres por hacer el mismo trabajo en el mismo tiempo, indicó el Ministerio de Trabajo en 2019.
A esta situación se agrega que, antes de la pandemia, la mayoría de mujeres (75,3%) trabajaba en el sector informal, el 37,6% era independiente, el 30,4% trabajaba en una empresa con menos de 5 trabajadores y el 29,4% tenía un trabajo a tiempo parcial de menos de 30 horas; según la encuesta de percepciones y actitudes del MIMP. Estas características hacen aún más difícil el ascenso en los puestos de trabajo y por ende un mejor salario.
Esta situación que enfrentan las mujeres tiene consecuencias en la falta de autonomía económica por la ausencia de ingresos propios. Esto genera que tengan menos poder de decisión sobre su vida, menos independencia y menos posibilidades de manutención familiar.
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