“Cosas como estas justamente ayudan a esa unidad de los peruanos, a sentirnos que somos un grupo social”, saludó Rolando Arellano.
El fundador y presidente de Arellano Consultoría para Crecer, Rolando Arellano Cueva, destacó el crecimiento y la versatilidad de la cocina peruana, y su impacto en la cohesión social del país, por lo que afirmó que la nuestra gastronomía no solo es motivo de orgullo, sino que también representa una oportunidad de crecimiento económico y unión entre la población.
A raíz del fenómeno del pan con chicharrón, que recientemente ganó el Mundial de Desayunos organizado por el streamer Ibai Llanos, Arellano señaló que la cocina peruana se encuentra en una fase de continua evolución, evidenciado por la aparición de nuevos platillos y la fusión de ingredientes y tradiciones culinarias.
Como ejemplo, mencionó que el pan con chicharrón ha capturado la atención de la población, fomentando la asistencia masiva a restaurantes y la creación de ofertas en torno a este plato.
“Una de las cosas que hemos dicho más de una vez es que los peruanos somos muy trabajadores, tenemos muchísimos, muchísimos aspectos positivos. Una cosa que nos falta es unirnos para trabajar juntos, porque somos mucho en el yo mismo, ¿no? Yo solo. Y cosas como estas justamente ayudan a esa unidad de los peruanos, a sentirnos que somos un grupo social, que somos hermanos”, declaró en Ampliación de Noticias.
Asimismo, resaltó que este fenómeno no solo se traduce en una industria en expansión, sino que también ha funcionado como elemento cohesivo, generando un sentido de unidad entre los peruanos.
¿Cambios en la estratificación social?
En otro momento, el especialista abordó el tema de las diferencias sociales en el Perú, afirmando que han ido desapareciendo con el tiempo.
"Hoy, tener hijos profesionales ya no es un diferenciador social. La educación superior ha llegado a muchos sectores de la sociedad", explicó.
Según Arellano, el acceso a bienes como automóviles y electrodomésticos ha aumentado, haciendo que las diferencias visibles entre clases sociales sean menos pronunciadas.
"La ropa, por ejemplo, ahora es menos indicativa de estatus, ya que todos accedemos a modas más asequibles", añadió, destacando que esta tendencia puede promover una mayor cohesión social.
Otro aspecto que abordó Arellano fue la percepción sobre la baja productividad de los trabajadores peruanos. Señaló que, aunque se trabaja más horas, la falta de equipamiento adecuado y de capacitación técnica afecta la productividad.
"A diferencia de otros países, el peruano trabaja a menudo con herramientas limitadas, lo que impacta en su rendimiento. Necesitamos más capacitación técnica y mejor acceso a tecnología para mejorar nuestra competitividad", argumentó.
En conclusión, Rolando Arellano enfatizó la importancia de enfocarse en los aspectos positivos del desarrollo social y económico del Perú, sugiriendo que la unión y el reconocimiento de los logros pueden ofrecer un camino hacia adelante para el país.