A pesar de los esfuerzos para frenar la ola delictiva, la inseguridad ciudadana sigue siendo un gran tema pendiente en el Perú.
En mayo la captura de uno de los hombres más buscado del país Gerson Gálvez Calle, alias “Caracol”, despertó uno de los más grandes despliegues policiales del año. Su cabeza tenía un precio, 500,000 soles era lo que ofrecía la Policía peruana; pero, ¿quién era este sujeto que por más de 6 meses se ocultó de la justicia?
Según el Ministerio Del Interior, a “Caracol” se le atribuye el intento de asesinato de Gerald Oropeza, además es señalado como el jefe de la banda Barrio King del Callao, la misma que tiene en su historial de más de 100 muertes.
Su captura en Colombia fue gracias a un trabajo de inteligencia entre las fuerzas del orden del país cafetero y del Perú. Fue el propio director general de la Policía, Vicente Romero, quien trajo a Gálvez Calle a tierra peruana.
Recompensa por los más buscados. Pero no fue el único delincuente capturado, desde el mes de marzo el programa de recompensas que lanzó el Ministerio del Interior permitió la captura este año de más de 90 prontuarios delincuentes.
Si bien el programa se gestó con el extitular del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, la continuidad del mismo por el actual ministro Carlos Basombrio masificó y permitió conocer en total a 901 personas requeridas por la justicia, hombres y mujeres por quienes se ofrece desde 20 mil hasta 500 mil soles.
Compra de patrulleros. Los escándalos tampoco dejaron de hacer noticia. En julio, a días de culminar el Gobierno de Ollanta Humala, la Contraloría de la República cuestionó la adquisición de 2,100 patrulleros, camionetas 4x4, adquiridas desde Corea del Sur y en las que se gastó 82 millones de dólares. De acuerdo con un informe de esa entidad, dichos vehículos no reunían las condiciones necesarias para operar en la geografía peruana, además de tener deficiencias en su blindaje. Si bien, el entonces ministro Pérez Guadalupe rechazó tal denuncia, la nueva gestión de Carlos Basombrío heredó el problema.
“Escuadrón de la muerte”. En agosto una nueva denuncia remeció a la institución policial, esta vez se trataba de un denominado “Escuadrón de la muerte”, un grupo de efectivos que habrían realizado ejecuciones extrajudiciales a supuestos delincuentes durante el 2011 y el 2015. A pesar de la inicial respuesta del Gobierno de minimizar el hecho, fue el viceministro del Interior, Ricardo Valdés, el que en una entrevista en RPP Noticias aceptó la existencia de ese grupo. Semanas después, el Ministerio del Interior concluyó en conferencia de prensa que el llamado “Escuadrón de la muerte” era un grupo dedicado a montar operativos a cambio de recibir condecoraciones y ascensos, integrado por 9 miembros de la Policía.
Bandas criminales. En octubre la desarticulación y luego posterior liberación de dos peligrosas bandas criminales “Los Norteños y Guarayos” y “Los Monos de Quepepampa” con alrededor de 54 integrantes involucrados en secuestros, extorsiones, asaltos y sicariatos despertó una indignación por parte del Gobierno.
Policías integraban bandas. Para desprestigio de la Policía, en estas bandas criminales habían agentes implicados: dos altos mandos policiales, el comisario de Chancay, Antonio Prieto Torres y el mayor jefe del Grupo Terna de Madre de Dios, Julio Matos Vela. Ambos negaron su participación en el hecho, aunque en las investigaciones se probó lo contrario.
Pero no fue todo, pues tanto en Lima como en el interior del país los actos delincuenciales no cesaron, asaltos a mano armada y a plena luz del día también fueron pan de cada día, para muestra estas impactantes imágenes en las que dentro de un chifa en el distrito del Rímac, un empresario tiene que repeler a balazos a 2 delincuentes que iban dispuestos a arrebatarle 15 mil soles que había retirado de una agencia bancaria.
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