Medida también rige para otros parques arqueológicos. Además, realizan el mantenimiento de estos atractivos, mientras dure la cuarentena por la COVID-19.
Un grupo de 160 personas, entre arqueólogos y guardaparques, siguen cumpliendo su labor de protección del patrimonio cultural ante la amenaza de posibles invasores o huaqueos que rondan los principales atractivos turísticos de Cusco.
En la maravilla mundial, Machu Picchu, son 25 los cuidadores desplazados en 33 hectáreas; mientras que en el camino inca laboran otros 24 y el resto se distribuyen entre los 19 parques arqueológicos de la región como Saqsayhuaman, Choquequirao, Ollantaytambo, entre otros que permanecen vacíos por la pandemia de la COVID-19.
Los servidores pernoctan desde hace más de un mes en casetas cercanas a los sitios arqueológicos.
Fredy Escobar Zamalloa, Director de la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco (DDCC), informó a RPP Noticias, que no se reportaron incidentes negativos. “Hay una coordinación y felizmente hasta ahora no hemos tenido ninguna afectación ni invasiones, ni huaqueos gracias a Dios”, señaló.
Los servidores se dedican, además, al mantenimiento de las edificaciones inca y preinca para que estén listas, cuando se reactive el turismo en el país.
“Si nosotros dejamos un solo día de conservar las áreas monumentales en las cuales crecen los pastos entonces tendríamos problemas serios, pues hay diferencia de temperaturas que fisuran los morteros, cabeceras de los muros y los pisos por donde pasarán los turistas”, mencionó.
Maravilla afectada
Debido al aislamiento social obligatorio, en Machu Picchu, un total de 33 proyectos de investigación y otros, como la conservación de andenes y la construcción de un centro de visitantes, fueron paralizados.
A esto se suma la disminución del presupuesto recaudado por concepto de ingreso a la ciudadela inca, la cual ascendía a más de 200 millones anuales.
Según Fredy Escobar, la afectación no solo será a la DDCC, dado que un 20 por ciento del presupuesto era destinado a la municipalidad de Machu Picchu, Sernamp y la promoción turística.
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