Jesse Katayama, el turista japonés que se convirtió en noticia mundial por pasar más de siete meses de la pandemia en Cusco para visitar Machu Picchu, regresó a la ciudad para celebrar una boda simbólica. Su pareja, Yuki Inazawa, contó las razones del porqué su novio eligió la ciudadela y una fecha relacionada con un festival japonés.
En una emotiva ceremonia que combina amor y cultura, Jesse Takayama y Yuki Inazawa, una pareja de turistas japoneses, eligieron el icónico sitio arqueológico de Machu Picchu para celebrar su matrimonio. Este evento no solo marca un hito personal para los recién casados, sino que también subraya la conexión especial que Jesse, quien fue noticia mundial durante la pandemia de la COVID-19 por esperar ocho meses para ingresar a la ciudadela.
Jesse Katayama se volvió una figura conocida en Machu Picchu al convertirse en el último turista en visitar el sitio antes de los cierres provocados por la pandemia. Durante ese tiempo, cultivó fuertes lazos con la comunidad local, incluso llegando a interpretar a Papá Noel para los niños del área. Describiendo a Machu Picchu como su "segunda casa", Jesse expresó su profundo afecto y conexión con la gente y la cultura local.
"Es como una segunda casa para mí, por supuesto que Japón es mi primera casa pero Machu Picchu es como mi segunda casa y ya pasó por lo de la pandemia ya que me quedé en Machu Picchu, entonces en ese tiempo pude construir una familia, una relación con las personas en el lugar donde me quedé, con los niños o personas de la municipalidad. Siento mucho afecto por ejemplo cuando publico alguna cosa relacionada a Machu Picchu o sobre la propuesta que le hice a mi novia. Imagino que van a aprender muchas personas de Japón y mi deseo es más que muchas más personas de Japón puedan venir también a disfrutar de Machu Picchu", dijo Jesse a través de un traductor a RPP.
Fecha significativa
Por su parte, Yuki contó que se encontraba bastante emocionada por dos razones: una es porque es la primera vez que va a Machu Picchu, uno de sus sueños cumplidos, y la segunda razón es por la propuesta que le hizo Jesse en la ciudadela, que fue el 7 de julio.
La elección de esa fecha para la propuesta de matrimonio no fue al azar. En Japón, en esta fecha se celebra el festival de Tanabata. Según la Organización Nacional de Tursimo de Japón (JNTO), Tanabata "se inspira en una antigua leyenda de amor imposible entre Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altair), anterior al cuento de Romeo y Julieta". Pese a ser la fecha oficial el 7 de julio, el más conocido se realiza en Sendai el 7 de agosto.
De acuerdo con JNTO, la leyenda cuenta que cuando Vega y Altair empezaron a prestar más atención a su relación que a sus responsabilidades, "las vacas de Hikoboshi se escaparon, provocando el caos en el cielo". Por eso el estricto padre de la princesa solo les deja encontrarse una vez al año, que sería el séptimo día del séptimo mes. Este día es el Tanabata.
Planes a futuro
Tras su boda, la pareja anunció su regreso a Japón, aunque Jesse tiene planes de volver a Machu Picchu en octubre para un evento especial y nuevamente en diciembre, continuando con su tradición de celebrar la navidad en Cusco.