Autoridades y población deben poner en práctica estas medidas para prevenir y poner en marcha tareas colaborativas en caso de sismo.
A raíz de los recientes terremotos ocurridos en Japón y Ecuador, es necesario recordar que nuestro país se encuentra geográficametne ubicado en el denominado Cinturón de Fuego del Pacífico, por lo que es propenso a movimientos sísmicos. En ese sentido, es importante reflexionar qué tan preparados estamos los peruanos para hacer frente a una emergencia de este tipo.
Según el arquitecto José Sato, experto en temas sísmicos y miembro del consejo directivo del Centro de Estudios y Prevención de Desastres (PREDES), Son al menos cuatro las acciones básicas que se deben tomar en cuenta y poner en práctica para reducir los riesgos de un desastre natural como un sismo.
1. Conocer el riesgo al que se enfrenta: Las personas deben ser conscientes del tipo de amenaza al que están expuestas según las condiciones del entorno (geografía) y el lugar (infraestructura) en que viven. Pueden ser sismos, lluvias, inundaciones, huaycos etc. Se previene y se actúa dependiendo del tipo de amenaza y las condiciones del entorno.
2. Plan familiar de emergencia: Es decir cómo planifica una familia su accionar ante un desastre como un sismo. Esto incluye preacuerdos de cómo se comunicarán en caso de una emergencia, cuál será el punto de encuentro, preparación de una mochila de emergencia y un botiquín de primeros auxilios, así como asignar funciones específicas a cada miembro como atender a personas con dificultades (ancianos o niños muy pequeños).
3. Planes de prevención de las autoridades: Las autoridades deben trabajar con la población para reducir los riesgos ante desastres como un sismo. Además de víveres, ropa y botiquines, cada gobierno local debería añadir a sus programas de prevención de desastres elementos que puedan ser útiles para atender mejor una emergencia como herramientas de trabajo que faciliten el rescate de sobrevivientes. Recordemos que en el terremoto de Pisco, el no tener herramientas útiles para rescatar a los sobrevivientes fue uno de los factores que más víctimas dejó.
4. Dejar de construir vulnerabilidad: Hay que tener en cuenta que en Lima hay aproximadamente 1 millón de personas viviendo en las laderas de cerros y entre el 60% y 70% de las construcciones son informales, eso hace que no se tenga la certeza de cómo se van a comportar estas edificaciones en caso de sismo. ¿Vivir en las laderas de un cerro es preligros? Cuando son cerros rocosos hay menos peligro. Los cerros arenosos como los de Villa El Salvador son mas riesgosos. Ademas hay que inicidir en que no estamos construyendo bien, sin asesoría de profesionales, sin permisos. Estamos construyendo vulnerabilidades.
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