Bandido, un can de raza criolla, fue llevado a un quirófano donde ya le sacaron tres de las cuatro agujas alojadas en el estómago.
Un perro comió una salchicha con alfileres y ahora un veterinario lucha para salvarle la vida en la ciudad de Trujillo (región La Libertad). Bandido, un can de raza criolla, fue llevado a un quirófano donde ya le sacaron tres de las cuatro agujas alojadas en el estómago.
El animal paseaba por el jardín de geranios del parque Medalla Milagrosa en la urbanización San Andrés cuando de pronto mordió algo y empezó a sacudirse la noche del último jueves.
"En un inicio pensamos que intentaba zafarse de arañas o que había tragado veneno, pero vimos que alrededor había trozos de hot dog con alfileres", narró Andrea Celi, la dueña del can de dos años de edad.
En ese instante, la mujer lo llevó a un centro médico privado para que le practiquen un examen de radiografía. La prueba confirmó que Bandido tenía cuatro alfileres en el estómago, y fue llevado a una veterinaria para ser sometida a una operación.
"Llamamos a un veterinario y nos indicó que no debíamos darle de tomar agua ni otro líquido. El riesgo era que el estómago podría resultar perforado", expresó esta mañana Andrea Celi en un sala de la veterinaria Trinidad más uno mientras esperaba que la cirugía sea un éxito.
Se sospecha que un vecino del parque Medalla Milagrosa había regado adrede las salchichas con los alfileres. "Él se tomó la molestia de ponerlos alrededor de los geranios. No sabemos si otros perros también los comieron", manifestó.
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