Juan Esteves ya no puede vender caramelos por la cuarentena. No recibió ningún bono del Gobierno y ahora pide apoyo para poder subsistir.
Juan Esteves Farro se siente completamente olvidado por las autoridades. Tiene una discapacidad motora que no le permite caminar y hace unos días fue desalojado del cuarto donde vivía, en la provincia de Ferreñafe (región Lambayeque), porque no logró reunir el dinero para pagar el alquiler.
Antes de iniciar la cuarentena por la COVID-19 vendía golosinas en el Parque Principal de Chiclayo, pero decidió cumplir con el aislamiento social y vivir de los pocos ahorros que tenía.
Hasta el momento, no recibe ningún tipo de bono del Estado. Su última esperanza era el bono universal, pero al ingresar a la página web del Ministerio de Inclusión Social, le salió que no aprueba para este subsidio monetario.
Tras ser desalojado de su cuarto, se quedó en la calle con el temor de contraer la COVID-19. Un amigo le ofreció alojarlo en su casa, pero en ese momento ningún chofer se animaba a llevarlo hasta el distrito de Mochumí, a 30 minutos de Chiclayo.
"Esto pasa siempre, los chóferes no quieren llevar a las personas con discapacidad, porque dicen que nos demoramos en subir y ocupamos más espacio en los carros", contó.
Juan, quien tiene 34 años y es huérfano, fue inspector de tránsito en la Municipalidad Provincial de Chiclayo, de donde, según dice, lo despidieron sin razón. Estudió computación y se presenta a muchos trabajos, pero nunca logra obtener una plaza.
"Las empresas e instituciones no respetan la cuota para personas con discapacidad. Una vez me dieron un trabajo, pero la oficina era en el segundo piso y yo no podía subir, por eso tuve que renunciar", agregó.
El joven hizo un llamado a las autoridades para recibir algún tipo de apoyo, pues no tiene como subsistir y en la actualidad, ya en la casa de su amigo en Mochumí, vive de la caridad de las personas; pues fue a la Oficina Municipal de Atención a Personas con Discapacidad (OMAPED), pero está cerrada.
Al igual que Juan, decenas de personas con discapacidad en Lambayeque son trabajadores independientes y se encuentran en situación de abandono en esta cuarentena.
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