La Defensoría del Pueblo recomendó que se realice un estudio epidemiológico para que se pueda definir una estrategia sanitaria y la realización de pruebas rápidas para los presos.
El penal de Chiclayo, ubicado en el distrito de Picsi (región Lambayeque), solo cuenta con dos médicos para atender a 4 mil 680 reclusos que en la actualidad alberga, así lo informó el jefe de la Oficina Defensorial, Julio Hidalgo Reyes, quien advirtió que el personal de salud no es suficiente de presentarse alguna emergencia.
“El penal de Chiclayo tiene dos médicos, seis técnicos en enfermería y una licenciada, quienes atienden por turnos; sin embargo, este número no es suficiente. Sabemos que hay convocatorias, pero se declaran desiertas porque los profesionales en salud no se presentan”, señaló.
En esta cárcel, hasta el pasado 20 de mayo, siete internos dieron positivo y uno presenta la sintomatología para la COVID-19. Ellos cumplen cuarentena en un ambiente habilitado en el penal, separados de los demás reclusos.
También se informó que el 85 % del personal del INPE está con licencia por estar infectado con el virus.
Ante esta situación, la Defensoría recomendó que se realice un estudio epidemiológico para que se pueda definir una estrategia sanitaria.
Pidió que se apliquen pruebas de descarte a todos los internos e internas; además, debido al alto índice de hacinamiento, se debe de realizar fumigaciones de manera permanente.
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