Los representantes de comunidades indígenas del sur de Loreto buscan frenar actividades ilegales como la minería, el narcotráfico y la tala indiscriminada, que amenazan tanto al territorio como a sus habitantes.
Representantes de comunidades indígenas del sur de Loreto, específicamente de la provincia de Requena, reiteraron su demanda al Gobierno para que se categorice Yavarí Mirim como una reserva especial.
Esta medida busca frenar actividades ilegales como la minería, el narcotráfico y la tala indiscriminada, que amenazan tanto al territorio como a sus habitantes.
Pablo Chota, dirigente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (Orpio), explicó que la categorización de la reserva Yavarí Mirim es crucial para cerrar el paso a trabajos ilícitos que ponen en peligro a las comunidades.
"Lo que nosotros exigimos al Gobierno es la categorización de estudio adicional de la reserva Yavarí Mirim. Al categorizarse, se cierran puertas a los trabajos ilegales", dijo en Ampliación de Noticias de RPP.
Cabe destacar que la población indígena en aislamiento dentro de Yavarí Mirim asciende por lo menos a 640 personas, quienes dependen del bosque como fuente vital de alimento, salud y supervivencia.
Ya se han realizado los estudios técnicos para la categorización
En tanto, el asesor legal de Orpio, Federico Contreras, indicó que ya se han realizado los estudios técnicos necesarios para la categorización, incluyendo evaluaciones antropológicas, sociales y ambientales que buscan demostrar la existencia de pueblos en situación de aislamiento y asegurarles un espacio protegido.
Por su parte, Chota destacó la presencia de varias etnias en la región, como los mayorunas, matsés, matís y kanamarí, las cuales se ven afectadas por la falta de protección legal.
Estas comunidades enfrentan el riesgo de perder sus tierras ancestrales ante el avance de actividades ilegales que han resultado en la deforestación de aproximadamente 200 mil hectáreas.
La categorización de la reserva no sólo busca proteger los territorios indígenas, sino también preservar su cultura y lengua. Chota, quien es hablante de la lengua yagua, mencionó que, aunque alguna vez hubo vergüenza de hablar su idioma, hoy en día hay un esfuerzo por revitalizar y mantener vivas estas lenguas ancestrales.