Marlem Mogollón manifestó que cuenta con guardaespaldas luego de que recibiera amenazas contra su vida en la provincia de Sullana.
Marlem Mogollón, alcalde de Sullana, reveló que es víctima de extorsión en su provincia y debe tener guardaespaldas para cuidarse de algún atentado en su contra. Esto a pocos días de haberse hecho oficial la declaratoria de emergencia en la provincia debido a la inseguridad ciudadana.
"Desde el mes de abril vengo siendo extorsionado y el servicio de inteligencia me señaló eso. Tengo seguridad, guardaespaldas. Hay un sicario al cual le han pagado para que me mate. Después de tres marchas por la paz en Sullana comenzaron estas amenazas. Nunca he sido amenazado por nada. Yo soy ingeniero de profesión, me he dedicado a ser proyectista, a supervisor y ejecutor de obras, pero no he tenido ningún problema", manifestó al programa Nunca es tarde de RPP.
Mogollón señaló que este pedido de la declaratoria de emergencia fue algo que aprobaron por unanimidad los alcaldes de la provincia y que luego presentaron al Gobierno por el alto nivel de criminalidad que se vive. En ese sentido, explicó cómo se distribuiría el presupuesto destinado en seguridad ciudadana.
"Hay un fondo que lo va a ejecutar mayormente la Policía, otro que se va a hacer para las unidades de flagrancia en las cuales tiene que estar uno o dos jueces, fiscales, defensores, policías, carceleta. Ahí se están hablando de 50 millones, aparte de los 15 millones que es un inicio para todos los distritos inmersos en este decreto", manifestó.
Intervienen bares y discotecas
Dos locales clausurados y dos detenidos dejó la madrugada del viernes un operativo de la Fiscalía de la Nación junto a la Policía Nacional del Perú (PNP), en el marco del estado de emergencia en San Juan de Lurigancho.
En las diligencias de acciones preventivas por las calles de San Juan de Lurigancho se halló licorerías y bares abiertos. En total se recorrió tres puntos estratégicos: las avenidas Flores, Huáscar y Próceres de Independencia.
En la avenida Las Flores, la PNP, la Fiscalía y agentes del municipio intervinieron una licorería que atendía pasada la medianoche y con clientes en su interior por lo que se procedió a la clausura del local y las sanciones correspondientes.
Mientras que en la cuadra 41 de la avenida Próceres de la Independencia se halló a siete personas, tres mujeres y cuatro hombres, dentro de un bar bailando y consumiendo bebidas alcohólicas. El local fue clausurado por resistencia a la fiscalización municipal. El dueño del establecimiento se dio a la fuga.
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