La noche del sábado 12 de septiembre de 1992, los peruanos recibieron la noticia de que Abimael Guzmán, cabecilla de Sendero Luminoso, había sido capturado. Esta exitosa operación fue realizada por policías de la Dirección Nacional Contra el Terrorismo.
Historia
Hoy se cumplen 31 años de la ‘Captura del Siglo’
Sendero Luminoso declaró la guerra al país el 17 de mayo de 1980, un día antes de las elecciones generales, al quemar urnas y padrones electorales en Chuschi, Ayacucho. El cabecilla de esta organización criminal era Abimael Guzmán Reynoso, quien se formó en derecho y filosofía, para luego ejercer la docencia universitaria y recibir formación extremista en el extranjero.
La masacre de 69 adultos y niños en Lucanamarca, Ayacucho, en 1983; el asesinato de autoridades, policías, militares y civiles, incluyendo a la dirigente vecinal María Elena Moyano, en 1992; y el atentado en la calle Tarata de Miraflores el mismo año, que resultó en 25 muertes; son actos criminales que tuvieron a Guzmán Reynoso como autor intelectual.
Los gobiernos ofrecieron recompensas de hasta un millón de dólares por información que llevara a la captura de Abimael Guzmán, pero también reconocieron la importancia de la labor policial en la lucha contra Sendero Luminoso.
Por esta razón, en 1983 se creó la DIRCOTE (Dirección contra el Terrorismo), dentro de la Policía. Sus jefes llegaron a la conclusión de que era necesario establecer un equipo especializado para localizar y detener a los cabecillas terroristas. Fue así como en 1990 se fundó el Grupo Especial de Inteligencia del Perú (GEIN), una unidad de investigación de élite.
El GEIN de la DIRCOTE realizó operaciones que permitieron intervenir inmuebles utilizados por los cabecillas y los principales grupos senderistas. Determinar su ubicación era una tarea que exigía paciencia y estrategia, según afirmó Benedicto Jiménez, exjefe del GEIN.
“El trabajo de la captura de Guzmán demandó tres años, desde la creación del GEIN. Empezamos con cinco hombres y paulatinamente fuimos incrementando el personal. Hubo una buena selección de personal, hubo una estrategia”, resaltó.
Los agentes del GEIN de la DIRCOTE recopilaron información sobre posibles escondites de Guzmán Reynoso, hasta llegar finalmente a una vivienda en la calle 1 de la urbanización Los Sauces, en el distrito limeño de Surquillo.
Los miembros del GEIN buscaron pistas incluso en los basureros antes de ejecutar la ‘Operación Victoria’.
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La caída de Guzmán
El coronel Guillermo Bonilla, quien participó en la captura de la cúpula senderista, relató que Abimael Guzmán cometió un error días antes de su detención.
“Abimael cometió un error. Cuatro días antes, apagón en todo Lima. Vigilábamos de al frente. Él (Guzmán) ingresa a su habitación, que daba hacia la calle, en el segundo piso; y se le ve su rostro. Jorge Luna, que es un comandante hoy en día, tenía esa misión de observar desde un inmueble, y él capta ese momento”, recordó.
Con la certeza absoluta de la ubicación de Guzmán, el 12 de septiembre de 1992 los agentes llevaron a cabo la ‘Operación Victoria’, en la que participó el entonces comandante de la Policía, Marco Miyashiro.
“Cuando yo subo, veo que me quieren cerrar una mampara. Me lanzo sobre la mampara, la derribo, y la gente entra a los costados. Y me gritan ‘Positivo pa' cachetón’. De ahí, (veo) un Abimael totalmente asustado. Le digo ‘Soy el comandante Miyashiro y usted está detenido por el delito de terrorismo’”, manifestó.
En 2022, al cumplirse 30 años desde la histórica captura, el jefe de la Dirección de Investigación Criminal, el general Óscar Arriola, afirmó que la detención de Abimael Guzmán y parte de la cúpula senderista marcó el inicio del proceso de pacificación en el país.
“Esta ‘Operación Victoria’, llevada a cabo por más de 80 miembros del Grupo Especial de Inteligencia de la Dirección contra el Terrorismo, logró iniciar la pacificación tan ansiada y de consolidarla, además”, sostuvo.
Abimael Guzmán cumplió su condena en el penal de la Base Naval del Callao hasta su muerte, el 11 de septiembre de 2021, a los 86 años. Sus restos fueron cremados y sus cenizas se dispersaron en un lugar desconocido. Fue el punto final de un criminal que causó la muerte de miles de personas al intentar imponer una ideología violenta.
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