En una entrevista con el programa 'Nada está dicho' de RPP, el congresista de la Bancada Liberal, Gino Costa, dijo que no le sorprende la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la presidencia del partido Peruanos por el Kambio.
El portavoz de la Bancada Liberal, Gino Costa, se pronunció la noche de este lunes sobre la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, que gobernó el país entre julio de 2016 y marzo de 2018, a la presidencia del partido Peruanos por el Kambio (PPK).
"No me sorprende porque desde hace tiempo estaba distanciado del partido. Ya no estaba vinculado al proyecto y en un momento como este, en que hay tanta incertidumbre en lo que va a pasar, me imagino que ha decidido, finalmente, apartarse también formalmente", comentó en una entrevista con el programa Nada está dicho de RPP.
A través de una carta dirigida a Gilbert Violeta, vicepresidente ejecutivo de esa agrupación, el exjefe del Estado dimitió de forma irrevocable a dicha organización política con la que ganó las elecciones de 2016. "Quiero dejar en total libertad al partido para que busque su ruta y sus líderes", manifestó.
El congresista por Lima Metropolitana dijo que, en un sentido estricto, su grupo legislativo no es la bancada oficialista, una declaración contraria a la que formuló días atrás su colega Juan Sheput.
"Nosotros no estamos buscando llamarnos bancada oficialista ni cubrir el espacio de nadie. Estamos muy cómodos con el rol que tenemos. Hemos dicho, por supuesto, que estamos apoyando a este gobierno y esperamos que tenga todo el éxito el mundo", indicó.
Gino Costa dijo, además, no ver incompatibilidad programática, ideológica y política entre el presidente Martín Vizcarra, sucesor de Kuczynski, y la bancada de Peruanos por el Kambio. "No entiendo dónde están los problemas de identidad", manifestó.
A fines de diciembre de 2017, Gino Costa renunció a la bancada oficialista tras haberse conocido la decisión del entonces mandatario Pedro Pablo Kuczynski de concederle el indulto humanitario a Alberto Fujimori, quien retornó al penal de Barbadillo, en Ate, donde terminará de cumplir su sentencia de 25 años de cárcel por violaciones de los derechos humanos.
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