Los periodistas Roberto Deniz de Armando.Info (Venezuela) y Alicia Alamillos de El Confidencial (España) contaron en RPP los retos que tiene la profesión en campañas electorales en un contexto polarización.
El periodismo peruano entra en un momento clave con el inicio de la carrera electoral y tiene la misión de informar al ciudadano para decidir su voto, más aún luego de conocerse que, según Arellano Consultaría, el 89% de los peruanos reconoce que tienen malas autoridades porque no sabe elegir bien.
En esa línea, el periodista venezolano Roberto Deniz, de Armando.Info, considera que se debe "contar la verdad para trasladar a la audiencia la complejidad de la realidad y más en momentos de contextos de campañas electorales".
"Yo creo que ese es el gran desafió de nosotros como periodistas: tratar de luchar contra todas esas barreras por hacer un trabajo de calidad, un trabajo que vaya hasta el fondo de la comprensión de la realidad, de la búsqueda de la verdad y que le permita a los ciudadanos, que al final de cuentas es lo importante", explicó en Ampliación de Noticias.
Deniz relacionó el panorama con la situación en Venezuela que gobierna Nicolás Maduro, y sostuvo que es un contexto para hacer periodismo con la finalidad de demostrar la desinformación que propagan las autoridades venezolanas tanto el Gobierno como las entidades electorales. "La misión nuestra como periodista es, y aún en el exilio, encontrar las fórmulas para tratar de llevarle la verdad a la gente", destacó.
Combatir la "desafección"
Y frente a las aristas de la cobertura de un periodista local o internacional en temas de elecciones, ambos comparten una problemática actual: la desafección en general.
"Creo que una cosa que nos ha dejado claro el proceso que está habiendo, por ejemplo en Estados Unidos, es que es muy fácil que unas instituciones se perviertan y que la gente deje de confiar en las instituciones", puntualizó Alicia Alamillos, jefa de la sección Internacional de El Confidencial (España).
La periodista resaltó que la desinformación no necesariamente se trata de mentiras, sino de "generar la duda" para que los ciudadanos cuestionen un voto quizá ya decidido.
"En este escenario es donde realmente está el peligro, porque sino no hay interés del pueblo. Ahí es nuestro trabajo de intentar traducir algo tan complejo como las elecciones o programas políticos o el sistema en sí mismo, traducírselo al lector en nuestro caso. Si no existe ese interés, el camino hacia la degeneración es mucho más rápido, por supuesto", añadió.
Ese planteamiento también está la búsqueda del equilibrio entre cómo responder ante la desinformación, en combatir la inmediatez de una noticia no confirmada que ya se comparte en cadenas de Whatsapp, Telegram, u otras redes sociales. Dicha polarización es lo que combate el periodismo día a día.
"Si detectamos algo que es mentira, que se está repartiendo por las redes sociales, reaccionamos publicando algo en contra, que sabemos que no va a llegar al mismo número de personas que se creyeron esa mentira inicial. Entonces, hay una evolución que tenemos que ser conscientes de si llegamos a todo. Aun así, tenemos que ofrecer algo más completo, siempre intentar ser más amplios para generar la confianza. Es super fácil perderla, y si la consigues tienes que seguir trabajando sobre el tema. Que un lector nunca se quede con la sensación de que le has engañado", enfatizó.
Te recomendamos
Video recomendado
Comparte esta noticia