El ministro de Justicia, Daniel Maurate, precisó que no tendría motivos para quedarse en el cargo, de ser cierto que resulta incómodo para el Gobierno de Dina Boluarte.
El ministro de Justicia, Daniel Maurate, se refirió a la posible incomodidad que su presencia podría provocar en el Gobierno de Dina Boluarte y el Gabinete presidido por Alberto Otárola. Ante ello, dijo que no pretende aferrarse al cargo y tomaría la decisión de dar un paso al costado. Asimismo, precisó que continuará con la resolución trabajada por el anterior titular de la cartera José Tello a fin de reconocer beneficios económicos a las víctimas de las protestas.
"Me ha costado muchísimo regresar a la gestión pública. Estoy muy bien en la actividad privada. Y lo he hecho porque tengo muchas ganas de servir a mi país. No tengo ninguna voluntad de aferrarme a un puesto, a un cargo. Es lo que menos pienso. Si soy incómodo para el Gobierno, para mí mismo o para mi familia, no tenga ninguna duda de que yo estoy dispuesto a tomar la decisión correspondiente", dijo en Ampliación de Noticias.
"Ayer, mi primer acto, mi primera resolución en el Ministerio -y la única que he firmado- es justamente esa resolución, que reconoce los beneficios económicos para las víctimas de las movilizaciones. Y no solamente eso, ayer mismo hablé con el ministro de Trabajo para ir a Ica y seguir intentando esta reconciliación y buscar mayores beneficios a las familias de las víctimas. Vamos a entregarles también becas de jóvenes productivos y empleo temporal para las familias que están en situación vulnerable", agregó.
"En esos tiempos el señor Hinostroza era un honorable magistrado de la Corte Suprema"
Por otro lado, habló sobre su relación con César Hinostroza y aseguró que en la época en la que se registraron las 36 llamadas entre ellos él era "un honorable magistrado de la Corte Suprema".
"Como magistrado he tenido participación en actividades deportivas con el señor Hinostroza. De ahí nace mi vinculación. Aparentemente, lo que ha salido es que habían 36 llamadas. Es difícil que uno se pueda acordar sobre qué se conversa en cada llamada. Ahora, lo que hay que tener en cuenta en esos tiempos es que el señor Hinostroza era un honorable magistrado de la Corte Suprema. En todo caso, yo particularme y las personas en general no teníamos conocimiento de alguna actividad irregular o ilícita de esta persona. Tan pronto se conoció, he terminado mi relación y todo vínculo con él", finalizó.
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