En Enfoque de los Sábados, el flamante canciller habló sobre cómo afrontará los retos del país en materia exterior, como la presidencia de la APEC y las gestiones del ingreso del Perú a la OCDE.
Gobierno
El canciller González-Olaechea juró al cargo el pasado martes
El nuevo canciller de la República, Javier González-Olaechea, en su primera entrevista a un medio de comunicación, se pronunció respecto al rumbo que quiere darle a su gestión al frente de las relaciones exteriores de nuestro país.
En ese sentido, dio detalles sobre lo que afirmó en su presentación en el Congreso de la República respecto a la presentación de un "informe escrito fehaciente", luego de cada viaje que realice la presidenta Dina Boluarte fuera del país.
"Lo que quise es marcar una pauta de lo que ha sido siempre mi estilo en las funciones que he desempeñado antes en el sector público (…) Las cosas tienen que ser fehacientes y oportunas. Me he comprometido a enviar un informe, ya se dispondrá si es al pleno o a la Junta Directiva (…), en el entendido de que no hay impactos inmediatos (…), hay un proceso", indicó.
Además, se refirió a su discurso pronunciado en Palacio de Torre Tagle al asumir la cartera, en el que señaló que su gestión pondrá "acentuación" en los "intereses permanentes del país".
"Considero que se debe hacer no una reorientación, sino una acentuación sobre algunos tópicos de los intereses permanentes del país (…) Ahí mencioné la OCDE. Es importante porque es una organización (…) donde están las principales economías, pero que tienen condiciones democráticas", aseveró.
Los retos del canciller
En ese sentido, González-Olaechea Franco resaltó dos retos importantes que le toca asumir frente al Ministerio de Relaciones Exteriores: la Presidencia del Perú de la APEC y el proceso de ingreso a la OCDE. Sobre esto último, resaltó que implica un promedio de 200 evaluaciones previas.
"En el proceso, hay por lo menos unas 200 evaluaciones previas hasta ser aceptados formalmente como miembros (...) No todos son países ricos, pero en ese proceso van adecuando algunas políticas públicas que son los requerimientos internos para orientar toda la economía nacional con reglas que garanticen procesos democráticos, transparencias, todo lo que es gobernanza legítima moderna, pero en el marco de la razón, la ley y la constitucionalidad", explicó.
Además, indicó que el Estado está dispuesto a aceptar los estándares internacionales que implica el ingreso a la OCDE.
"Esta es una política de Estado que ya se definió hace algunos años. Este Gobierno lo ratificó (…), de manera que el proceso continúa (…) Nos conviene ir acompañados por las economías desarrolladas democráticas (…) Es un proceso de monitoreo conjunto", indicó.
Respecto a la presidencia de la APEC, que el Perú ocupará a lo largo del 2024, el canciller indicó que le corresponde al Estado "hilar muy fino" para mantener "equilibrios" políticos internacionales.
"Los procesos en este tipo de mecanismos: primero vienen los técnicos de todas las partes, después vienen los ajustes técnico-políticos. Después se van creando consensos (que) no siempre se logran. Rusia es miembro de APEC y hay una visión política (…) Hay que hilar fino en estos equilibrios para no herir susceptibilidades", precisó.
"¿Cuál es la importancia para el Perú? Esta es la tercera vez que el Perú es país anfitrión (…) El Perú ha empeñado su palabra y tiene que mantener su palabra", remarcó.
A favor de reformas en Naciones Unidas
En otro momento, el canciller indicó estar a favor de eventuales reformas al interior de las Naciones Unidas, sobre todo en lo que respecta a su Consejo de Seguridad.
"Lo que he dicho en mi discurso en Torre Tagle es que voy a procurar una reinserción más activa en el sistema multilateral, e hice énfasis en Naciones Unidas y en la reforma de Naciones Unidas y, en especial (…) del Consejo de Seguridad porque, en el fondo, hay la mayoría más uno (…), porque basta un veto en el Consejo de Seguridad para que el resto de la mayoría no prospere", afirmó.
Además, dijo que en su discurso no se refirió en ningún momento al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
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