El poco debate que ha tenido en el Congreso los proyectos presentados por el Ejecutivo, así como los recientes cuestionamientos por un presunto blindaje al fiscal supremo Pedro Chávarry, han incrementado los pedidos sobre una cuestión de confianza que podría generar el cierre del Congreso.
El mes pasado el Gobierno envió al Congreso un paquete de propuestas normativas relacionadas a la reforma política. Los 12 proyectos de ley fueron presentados por el propio presidente Martín Vizcarra, quien previamente encargó esta labor a una comisión conformada por varios especialistas.
Los primeros cuestionamientos se dieron por la demora del Congreso en debatir estos proyectos pese a los constantes pedidos del Ejecutivo. Sin embargo, la polémica se hizo más evidente cuando un mes después la Comisión de Constitución archivó el proyecto que planteaba que la Corte Suprema se encargue de determinar el levantamiento de la inmunidad parlamentaria para investigar a un legislador.
Tras este incidente surgieron los primeros pedidos respecto a una cuestión de confianza de parte del Gobierno para lograr la aprobación de la reforma polítca. Este pedido tomó mayor fuerza el pasado martes tras la decisión de la Comisión Permanente de rechazar acusar al ex fiscal de la Nación Pedro Chávarry por los delitos de organización criminal y encubrimiento personal.
Si bien una eventual cuestión de confianza solo puede ser presentada por una política de Estado y no por la actuación del Congreso respecto a un caso, lo sucedido con Pedro Chávarry puso nuevamente en debate la necesidad de reformar la política.
La reacción ante una posible cuestión de confianza
Hace unos días el presidente de la República, Martín Vizcarra, no descartó plantear una cuestión de confianza al Congreso si es que observa que "no hay voluntad" de trabajar rápidamente para aprobar las seis reformas judiciales que se encuentran encarpetadas en el Legislativo.
Estas declaraciones no han caído nada bien en la oposición. La congresista de Fuerza Popular, Rosa Bartra, criticó la actitud del jefe del Estado al considerar que solo busca confrontación con el Parlamento para cubrir los errores de su gestión.
"Que el presidente tenga cuidado con sus expresiones. Confrontar para tapar su incapacidad y su ineptitud no es algo que el país necesita", dijo para luego reprochar que el jefe de Estado le resulte "rentable" referirse a la posibilidad de una cuestión de confianza.
Si bien la eventual cuestión de confianza resulta incierta hasta ahora, el congresista Salvador Heresi (Concertación Parlamentaria) manifestó esta mañana estar seguro de que el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, presentaría en las próximas horas este mecanismo.
Sin embargo, el congresista y exministro del actual gobierno, señaló que en caso esto genere el cierre del Congreso, Vizcarra estaría cometiendo un golpe de Estado. "Si la misma constitucionalmente es improcedente y Vizcarra cierra el Congreso, se estaría perpetrando un golpe y causal de vacancia", apuntó.
En tanto, el congresista Alberto Quintanilla, vocero del Nuevo Perú, precisó que su bancada ha solicitado que el Gobierno presente una cuestión de confianza debido a que un sector mayoritario del Parlamento "no está propiciando una renovación de la política".
"Estamos pidiendo que se emplace al Congreso con la cuestión de confianza respecto a que realmente haya una política de transformación y cambio del sistema político y en segundo lugar que haya una política real de combate a la corrupción", señaló.
Por su parte, el congresista Jorge Meléndez, vocero de Peruanos por el Kambio (PpK), señaló que una eventual cuestión de confianza representa un mecanismo que establece la Constitución. Asimismo, precisó que una eventual disolución del Congreso depende exclusivamente de que se rechace por segunda vez este recurso.
"La cuestión de confianza es un mecanismo que se puede usar cuando es necesario, pero yo no creo que habría ningún problema en que mis colegas aprueben un segundo pedido de confianza", señaló.
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