El ministro de Relaciones Exteriores destacó la decisión del juez para que Toledo continúe en prisión mientras se desarrolla su proceso de extradición. Agregó que este ya se encuentra en la última etapa y que podría terminar en un año, debido a que EE.UU. ha tratado casos similares.
El ministro de Relaciones Exteriores, Néstor Popolizio, calificó este viernes de positiva la decisión de un juez de Estados Unidos de ordenar que el expresidente de Perú Alejandro Toledo (2001-2006) permanezca detenido hasta que se decida sobre su posible extradición, al considerar que existe "riesgo de fuga".
Según explicó, esta decisión permitirá que continúe el proceso de extradición contra el exmandatario, el cual dijo que se encuentra en la última etapa y que podría terminar en un año debido en comparación con otros procesos similares en Estados Unidos.
"Consideramos que es bastante positivo para que continúe el proceso de extradición (…) Estamos al inicio de esa última etapa del proceso de extradición y lo que esperamos es que más temprano que tarde el expresidente Alejandro Toledo esté en el Perú extraditado, rindiendo cuentas a la justicia peruana”, dijo Popolizio en declaraciones a la agencia EFE.
Postura de justicia estadounidense y defensa de Toledo
El juez Thomas S. Hixson aseguró, tras tomar su decisión de mantener al expresidente en prisión, que "sería un fracaso diplomático significativo para los Estados Unidos que Toledo se escapase".
Toledo está acusado, entre otras cosas, de haber recibido hasta 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de favorecer a la constructora brasileña en sus negocios en Perú cuando él aún era presidente.
En la audiencia celebrada en los juzgados de San Francisco (California, EE.UU.), el abogado alegó motivos tanto políticos como raciales para indicar que, a su parecer, Toledo no tendría un juicio justo en Perú y dijo que este no pretendía fugarse de EE.UU. pese a que en el momento de su arresto las autoridades le hallaron un maletín con 40.000 dólares en efectivo.
El exmandatario fue detenido el martes pasado y en la audiencia de este viernes estuvo presente su esposa, Éliane Karp.
El expresidente siempre ha defendido que las acusaciones en su contra son una mentira, fruto de la "persecución política" que sufre por parte de sus "enemigos", aun cuando cada vez se corroboran más pruebas que apuntan a que pudo recibir grandes cantidades de dinero de Odebrecht y utilizar mecanismos de blanqueo de dinero para ocultar su origen. EFE
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