El pedido de detención del exmandatario tiene como base dos argumentos: existe un significativo riesgo de fuga y no hay "circunstancias especiales" que justifiquen su liberación.
Este viernes, la justicia de Estados Unidos decidió que el expresidente Alejandro Toledo permanezca detenido mientras dura el proceso de extradición en su contra solicitado por el Estado peruano.
Estos fueron los argumentos que la Fiscalía estadounidense para impedir que el exmandatario pague una fianza y, de esta forma, continúe su proceso en libertad, que se sumaron a las consideraciones del juez Thomas S. Hixson, como que no se pudo corroborar el origen de los 40 mil dólares en efectivo que fueron encontrados en su casa al momento de su detención.
Fundamentalmente, el pedido de detención tiene como base dos argumentos: Toledo tiene un significativo riesgo de fuga y no hay "circunstancias especiales" que justifiquen su liberación.
1. Toledo tiene un significativo riesgo de fuga
La Fiscalía de Estados Unidos argumentó que:
- El expresidente tiene los medios financieros para huir. Toledo es acusado de haber recibido 20 millones de dólares, además posee múltiples propiedades en Perú. También tiene otras fuentes de ingreso que incluyen su compañía y sus servicios como consultor económico.
- Tiene contactos significativos en una multitud de países extrajeros. Como expresidente, Toledo tuvo numerosas oportunidades de crear y cultivar relaciones con personas poderosas fuera del Perú, lo que facilitaría un cómoda vida en el exilio para él y su familia.
- Toledo ha demostrado que está decidido a, y es capaz de, evitar el enjuiciamiento. "El hecho de que Toledo haya decidido evadir el enjuiciamiento en su país de origen es indicativo de su riesgo de fuga en los Estados Unidos", se lee en el documento.
- La edad de Toledo y la seriedad de los delitos que se le imputan proporcionan un fuerte incentivo para huir. Dos cargos en su contra implican cada uno una pena de más de 15 años en prisión, y el otro presunto delito tienen una pena de más de 8 años en cárcel.
- Toledo no ha mantenido un expediente limpio durante el tiempo que ha pasado en Estados Unidos. Como se recuerda, fue arrestado en el condado de Santa Mateo en marzo de 2019 por estar ebrio en la vía pública. En consecuencia, puede verse impedido de mostrar que no es un peligro para la comunidad.
En este primer punto, finalizan considerando que la concesión de una fianza por cualquier monto no garantizaría la presencia de Toledo en el tribunal y existiría "la posibilidad de avergonzar a los Estados Unidos en la conducción de sus asuntos exteriores".
2. No hay "circunstancias especiales" que justifiquen la liberación de Toledo
El riesgo de fuga de Alejandro Toledo es suficiente por sí mismo para que la Corte niegue cualquier solicitud de fianza, asegura la Fiscalía. Sin embargo, incluso si la Corte estuviera convencida de que Toledo no tiene riesgo de fuga y no representa un peligro para la comunidad aquí o en el extranjero, el "gobierno no tiene conocimiento de alguna circunstancia especial" que justifique la fianza en este caso.
Si bien Toledo puede argumentar que su estatus como ex jefe de Estado es una "circunstancia especial", no es del todo cierto, continúan. El estatus de Toledo como individuo rico, bien conectado y políticamente poderoso no puede ser una circunstancia especial, "a menos que la corte decida que las reglas normales de extradición no se van a aplicar a ex jefes de Estado en virtud de quiénes son".
Finalmente, citan el caso del exgobernador de Panamá Ricardo Martinelli, quien permaneció detenido mientras duró su proceso de extradición, que culminó un año después. Si bien en ese caso el tribunal concluyó que el estatus del exmandatario podía implicar circunstancias especiales, no decidió que aquello justificara su liberación. "Del mismo modo, Toledo debería permanecer detenido en este caso", expresan.
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