En 2016 China instaló, principalmente en fábricas, 90.000 nuevos robots, un tercio del total mundial.
En China, líder mundial en la producción robótica, ya se puede ver a los robots cuidando de ancianos en residencias, o jugando con niños en la guardería. Es el caso de la guardería Jardín Dorado y un asilo en Hangzhou.
Tres robots blancos y de silueta curva, para que parezcan inofensivos a los niños, son los protagonistas de la clase de la guardería Jardín Dorado. Los niños se acercan a Keeko, que es como se llama el robot-cuidador, le cuentan distintas cosas cada uno. El robot las ordena y une en un cuento al que pone música.
Para los niños. En la guardería, donde los niños también aprenden kung-fu o caligrafía, la idea es "combinar lo tradicional con lo moderno", explica a Efe una de las profesoras, Gao Haiyan. En esa tarea Keeko "ayuda a mejorar la expresión oral, la lógica y la capacidad espacial de los niños".
Keeko, cuyo diseño recuerda al Wall-E de Pixar, también baila con los niños, hace sumas y está dotado de inteligencia artificial. "Si todos le dijeran cosas negativas las tomaría como correctas, lo que no estaría bien para los niños, así que intervenimos mucho para que las clases sean positivas", dijo Chen Xiaodong, responsable de la firma Xiamen Zhitong, fabricante de los robots Keeko.
Para los adultos. En la ciudad oriental de Hangzhou, tro robot A-Tai se encarga de ayudar a los cuidadores de un asilo y entretener a los más de 1.300 ancianos que viven allí. A-Tai es un poco más alto que Keeko y está dotado con dos simpáticas antenas azules. También puede cantar ópera tradicional china, la música favorita de muchos ancianos, y llamar por teléfono a los parientes de los residentes.
Su labor más importante es la de recordar a los ancianos y enfermeros qué pastillas toma y cuándo lo hace cada interno. Algo de gran ayuda en un centro de mayores de enorme tamaño como este de Hangzhou.
Era robótica. China entró tarde al mundo de la robótica, pero en pocos años se puso al día y se ha convertido en líder mundial en producción de estos seres futuristas. En 2016 China instaló, principalmente en fábricas, 90.000 nuevos robots, un tercio del total mundial y un 30 % más que en el año anterior.
También comienzan a desarrollarse, y a aparecer tímidamente en las calles chinas, robots policía capaces de regular el tráfico: la ciencia ficción está cada vez más cerca en China, de la mano de la robótica y la inteligencia artificial. (EFE)
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