Un incremento de la miopía en niños entre los seis y ocho años ha sido evidenciado en un estudio, provocado por la cuarentena global durante la pandemia y el traslado de clases presenciales a remotas.
La pandemia de COVID-19 ya comienza a mostrar sus estragos en múltiples áreas, y la salud ocular es una de las más golpeadas con el traslado de clases presenciales a remotas y el incremento en la cantidad de tiempo que pasamos frente a una pantalla. Un reciente reporte del British Journal of Ophthalmology evidencia un incremento en casos de miopía entre niños de seis y ocho años, aquellos infantes que comienzan su actividad escolar más intensa.
“Nuestros resultados sirven para advertir a los profesionales de la salud visual, y también a los responsables políticos, educadores y padres, que se necesitan esfuerzos colectivos para prevenir la miopía infantil, una posible crisis de salud pública como resultado de COVID-19”, señala el equipo dentro del British Medical Journal.
La miopía infantil: un nuevo problema de salud pública
El estudio, realizado en Hong Kong, se basa en información recolectada en 1793 casos observados para determinar si la pandemia de COVID-19 y los cambios en el estilo de vida tuvieron un impacto en la incidencia de la miopía y la refracción esférica equivalente. El grupo de estudio estuvo conformado por 709 niños convocados a inicios de la pandemia y 1084 monitoreados previamente.
“Se muestra un aumento potencial en la incidencia de miopía, una disminución significativa del tiempo al aire libre y un aumento del tiempo frente a la pantalla entre los escolares de Hong Kong durante la pandemia de COVID-19”, concluye la investigación.
En concreto, la incidencia de miopía creció de 11.63% a 26.98% en el grupo estudiado; una cifra que guarda relación directa con la reducción de horas al aire libre – 1.27 a 0.9 horas al día – y el incremento de tiempo en pantalla – de 2.45 a 6.98 horas al día – según los estudios.
¿Cómo cambiar los hábitos frente a la pantalla?
Si bien son cifras que no representan la tendencia global, pueden darnos una señal de alerta ante los cambios experimentados por los chicos en estos 18 meses. Los especialistas señalan que hay que prestar atención a ciertas señales en los niños, como dolores de cabeza o problemas para leer.
Otros signos que atender son la pérdida de atención a la hora de hacer tareas, ardor o lagrimeo en los ojos y un descenso en el rendimiento escolar. Otra recomendación es realizar un examen ocular rutinario con el oftalmólogo para determinar si hubo cambios en la medida de la visión.
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