Decidir entre el arroz y el procesador: gobierno de Taiwán suspende el riego de sembríos en beneficio de fábricas

La escasez de microcomponentes ha puesto en alerta a la industria tecnológica, y no son pocos los intentos para preservar la cadena de suministros y la producción en masa de procesadores. Sin embargo, gran parte de estos intentos por preservarla se basan en la descentralización, pues Taiwán es responsable del 90% de la capacidad de manufactura. Justo ahora, en medio de la escasez, la severa sequía de la isla ha provocado una radical decisión por parte de las autoridades: priorizar los procesadores a los sembríos.

De acuerdo con The New York Times, las operaciones en Taiwan Semiconductor Manufacturing Company – TSMC – se mantienen sin problemas, pero la sequía ha provocado que la Agencia de Recursos Hídricos decidiera suspender el riego de cultivos para soportar el consumo de agua en la elaboración de microprocesadores.

Al menos una quinta parte de los terrenos agrícolas taiwaneses – 183 mil acres - ha sido afectada con esta decisión. Varias industrias han sido llamadas a reducir el consumo de agua para priorizar la construcción de semiconductores, un proceso que demanda un promedio de 63 mil toneladas de agua por día, según cifras de TSMC al 2019.

En los últimos meses, el gobierno ha sobrevolado zonas agrícolas y quemado productos químicos para “sembrar” las nubes que transitan sobre los embalses. Además, ha construido una planta desalinizadora de agua de mar en Hsinchu, sede de TSMC, y un oleoducto que conecta la ciudad con el norte más lluvioso.

Gran parte del agua utilizada por los residentes es obtenida gracias a los tifones de verano. Pero las tormentas también envían una cascada de tierra desde el terreno montañoso de Taiwán a los reservorios, lo que ha provocado una reducción gradual de la cantidad de agua que pueden contener estos depósitos.

Esta medida impacta en distintas zonas del país. En algunos lugares ha reducido la presión del agua y ha comenzado a cortar los suministros durante dos días a la semana. Algunas empresas, incluida TSMC, han transportado camiones llenos de agua de otras áreas.

Algunas versiones señalan que el problema que ha generado el desabastecimiento ha sido el bajo costo en la tarifa de agua en la isla, lo que podría estar alentando al despilfarro. En promedio, un ciudadano taiwanés consume 283 litro de agua al día, una cifra que supera por mucho la media de OMS establecida en 100 litros.

Esta decisión, pese a lo radical, permite balancear la pérdida que esta sequía genera. En una entrevista referenciada por NYT, el subdirector de la Agencia de Recursos Hídricos de Taiwán, Wang Yi-feng, defendió las políticas del gobierno y dijo que la sequía significaba que las cosechas serían malas incluso con acceso al riego. Desviar el agua escasa hacia las granjas en lugar de las fábricas y los hogares sería "perder-perder", señaló.

“Si en otros dos o tres años reaparecen las mismas condiciones, entonces podemos decir: 'Ah, Taiwán definitivamente ha entrado en una era de gran escasez de agua'”, dijo You Jiing-yun, profesor de ingeniería civil en la Universidad Nacional de Taiwán. "Ahora mismo, es esperar y ver".

Para los ciudadanos taiwaneses, la prioridad es clara. Los cultivos de arroz son menos importantes que la industria de semiconductores. Los insumos agrícolas como fertilizantes y pesticidas han elevado sus costos, y muchos agricultores de arroz han recibido compensaciones económicas por esta decisión. “Si Taiwan no tuviese otra industria y dependiera de la agricultura, ya habríamos muerto de hambre”, señaló Yang Kuei-chuan, agricultor de arroz de 69 años.