Microsoft está buscando hacer cambios radicales con Windows 11 en las computadoras: quiere que todas tengan un SSD de disco de arranque.
De acuerdo con Trendfocus, Microsoft está presionando a las compañías desarrolladoras de PC y laptops para que elimines los discos duro HDD como dispositivos principales de los equipos que onstruyen y, en su lugar, añadan un SSD. ¿El plazo? 2023.
Tiene sentido, pero a la vez no
Los discos SSD pueden trabajar con una mayor velocidad de lectura de datos que permite que el sistema operativo trabaje de una forma mucho más eficaz y veloz.
Sin embargo, imponer a los SSD como principal método de arranque hará que los usuarios que no los posean gasten más en su implementación. Como ejemplo, un disco SSD de 256GB puede costar igual que un HDD de 1TB.
Microsoft también está impulsando dos características importantes con Windows 11 que requieren de SSD: DirectStorage y el Subsistema de Windows para Android. Sin embargo, hasta el momento, ninguna de las funciones trabaja al 100 %.
Transición
La mayoría de las PC en los mercados desarrollados ya han hecho la transición a SSD para unidades de arranque, pero hay excepciones. El vicepresidente de Trendfocus, John Chen, señala que pasar a un SSD de 512GB podría romper el presupuesto de las máquinas de gama baja del mercado.
En el lanzamiento de Windows 11, Microsoft impuso el contar el placa base con un chip TPM de seguridad, un requisito que no fue cumplido por todos los usuarios, por lo que la compañía permitió actualizar al sistema con una ruta alterna "bajo sus propios riesgos".
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