Tras anunciar su llegada meses antes, la marca china Realme presentó el modelo C3 de la mano de Entel Perú. Tras tenerlo a prueba, esta es la opinión de NIUSGEEK.
Tal como dijimos en la reseña del Infinix Note 7 Lite, llegar a un mercado nuevo supone riesgos y nuevas ideas, sobre todo cuando ese mercado está muy saturado de propuestas diversas. En la gama de entrada, por ejemplo, hacerse un sitio es más difícil y él éxito puede radicar en un feature que sea clave para ser distinto y hacerse notar. Realme es una marca distinta, y hace tiempo que queríamos probar uno de sus equipos. Esta es la reseña del Realme C3, el primer equipo de la marca en llegar con una operadora al mercado peruano.
Estas son las especificaciones del equipo:
Texturas distintas
En el caso del diseño, nos encontramos con un equipo que sobresale del resto por el arreglo de su tapa trasera. El diseño resalta una textura “tipo halo” que se proyecta desde el lente principal. Una espalda impecable para el equipo.
El resto es casi un calco de la tendencia 2019 / 2020: notch en forma de gota bajo el speaker de llamadas en la parte superior, un ancho borde en la base, un panel de bordes planos y una serie de elementos añadidos a los laterales. Eso sí, hay peculiaridades.
Por un lado, los botones de volumen están al lado izquierdo y el botón de bloqueo al derecho. Resta rara distribución distrae mucho para el agarre, sobre todo en un mercado que añade todos los controles a un lado para fácil reconocimiento. Además, nos encontramos con un puerto micro USB entre el puerto de audífonos y el parlante, una de las identidades para los teléfonos en la gama de entrada que aún no dan el salto a USB-C.
Pantalla de entrada
Hay varios elementos que este panel IPS revela. Para empezar, la evidente limitación en la resolución de los contenidos – hasta 720p en las plataformas – hace que notemos poco detalle en la reproducción.
Ojo que este estándar es normal para la categoría y, en ese punto, el panel entrega buena calidad de color. Pocas veces he notado que la calidad del contenido era baja, y eso habla muy bien de la optimización de la multimedia en este nivel de costos.
Sin embargo, he tenido algunos problemas de reconocimiento al toque, sobre todo con los gestos de Android 10. He tenido que darles dos o tres toques a los bordes para que puedan reconocerse, y es un tema que no he visto en otros equipos de la gama de entrada que he probado este año.
Es un equipo de entrada, y hay que medirlo bajo esas condiciones. Es un buen panel en temas de color y calidad de contenido, pero una mejor respuesta al tacto habría puesto a esta pantalla en otro nivel.
Me entusiasma el software
Probar una nueva configuración emociona, porque es parte de la visión de un fabricante en todos sus segmentos. En este caso, hay cierta convergencia entre lo que vimos en MIUI 12 de Xiaomi con esta versión de realme 1.0 corriendo sobre Android 10. En líneas generales, un software pulido en algunos detalles que le hacen distinción, pero muy funcional.
Para empezar, nos encontramos con una configuración extrema en el caso de las notificaciones en la parte superior de la pantalla, personalizada con gestos de despliegue en pantalla bloqueada, una hora con segundos – nunca había visto eso en un equipo -, una barra lateral que emula el Edge de Samsung, gestos para usar el teléfono con la pantalla apagada – una evolución de lo que Huawei intentó promover hace unos años – y hasta una suite de grabación de pantalla, algo que solo hemos tenido en teléfonos lejos de la gama de entrada.
En esta versión tenemos un optimizador de juegos que nos ayuda a ver entiempo real la actividad de la CPU, la GPU y los cuadros por segundo a los que corre nuestro juego. Además, desde ahi podemos gestionar la manera en la que recibimos las notificaciones del sistema y otras apps mientras tenemos los juegos activos.
Para las capturas de pantalla, tenemos modo foto y modo video. Lo que me gusta de este software es que incluyan, por defecto, una herramienta MOSAICO para ocultar detalles de las capturas y sin necesidad de descargar software de terceros. Pese a las limitaciones en el hardware, el quipo cuenta con una opción para grabar pantalla en FullHD y añadir la imagen de la cámara delantera.
Es un software que me gustaría ver en funcionamiento con equipos de más fuste, y comprobar si realmente cumplen con la premisa de eficiencia que esta versión para gama de entrada añade.
Unas cámaras esmeradas
En esta categoría, equipos como el Nokia 2.3 o el Moto e6s han demostrado que aun hay margen de maniobra en este segmento, pero este realme me ha dejado impresiones medio cruzadas con sus lentes.
En el caso del sistema trasero, el lente principal es algo independiente para definir cuándo quiere más detalle en la toma, y eso a veces no es bueno. En ocasiones dispara tomas muy bien definidas, pero en lugares con iluminación más dispar reduce el contraste para un mejor balance.
La cámara delantera si se destaca del arreglo de la parte trasera. Pese a la gama, las fotos andan muy bien, y el efecto retrato está mejor definido. Me sorprende la calidad del color en este sensor.
En video está dentro de lo que podemos espera: grabación en FullHD a 30 cuadros por segundo y un cuadro un poco más cerrado por el recorte de 4:3 a 16:9, aunque debo decir que el enfoque es muy velo para ser un equipo de gama de entrada.
Sorpresivo rendimiento en juegos
Salvo excepciones, siempre he mostrado mi desdén hacia MediaTek y los equipos que añaden este procesador a su catálogo. En este caso, profundizando en el uso de este terminal, me doy cuenta de que el problema de MediaTek está más asociado a la tarjeta gráfica, y este C3 con Mali-G52 anduvo realmente bien para juegos. Ojo que estamos midiendo esto como un entry level, pero jugar Airline Commander sin lag en el juego – obvio que la carga demora, pero hablo de la jugabilidad – no ha sido posible en otros terminales que he probado.
En calidad de sonido andamos bien, aunque más cerca de lo “aceptable”. Es una bocina que emite un volumen alto, pero distorsiona a partir del 70%. Para voces anda muy bien en reproducción de podcasts y señales comprimidas. En términos generales, es una experiencia multimedia regular.
La conectividad va bien, tras unas primeras dudas sobre el rendimiento del 4G. Va bien en exteriores y en interiores, aunque la velocidad de datos no es tan alta en mi zona. Además del WiFi y el GPS, que van bien en promedio, el equipo viene con NFC y transmisión de pantalla, dos cualidades raras en la categoría. Se aplaude su inclusión, además de la incorporación de radio FM.
El lector de huellas es un poco lento, pero está dentro de lo que uno puede esperar en este segmento. Además, tenemos la posibilidad de desbloquear el equipo con el rostro, aunque no sea la mejor época para probar esto fuera de casa.
Una autonomía aceptable
En uso promedio, este equipo puede aguantar el día y medio sin necesitar una recarga. Sin embargo, debemos considerar que es un estándar en una configuración con pantalla 720p y 5000 mAh de batería. Para cargar, vamos a demorar un par de horas hasta llenar este paquete con el sistema de carga de 10W.
¿Vale la pena?
Pues es un equipo sorprendente en algunos aspectos. Un software muy bien pesando, un equipo que es dinámico más allá de las especificaciones, que integra NFC y radio FM junto con conectividad inalámbrica para la transmisión de pantalla, nos habla de una estrategia clara de brindar la mayor cantidad de soluciones en poco precio.
¿Qué pierdes? Frente a la competencia, nada. Yo creo que ganas en un segmento con poco diferencial, y es en ese punto en donde este equipo se luce. Siendo diferente en una categoría de base ya es un aliciente, y Realme ha sabido dotar de soluciones a un equipo que, sin duda, merece estar en tu bolo de renovación si te mueves en el sector de la gama de entrada.
* Equipo cedido a préstamo por Entel Perú desde el 4 de diciembre hasta la publicación de esta reseña
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