La detenida buscaba contratar a un sicario por la dark web y pagarle en bitcoins para asesinar al secuestrador de su sobrina. El caso ha causado revuelo por mostrar el tipo de fuentes que posee el FBI.
Un extraño caso ha causado polémica sobre el modo de actuar el FBI al momento de buscar supuestos culpables de delitos por internet.
De acuerdo con Forbes, una mujer llamada Julia Coda quiso pagar 10 mil dólares en bitcoins a un asesino a sueldo de la dark web. Y para llegar a ella, el Departamento de Seguridad Nacional utilizó a un pedófilo condenado a prisión.
Cayó en una estafa
El caso data del 2021, pero sus detalles recién salen a la luz.
Un usuario de la dark web, la zona no indexada de los navegadores de internet, llamado Bonfire ofrecía en foros de sicariato pagar miles de dólares para que mataran a un hombre de Luisiana. En su pedido, pedía expresamente que la muerte pareciera una sobredosis accidental de drogas.
Pero el personaje no sospechaba que estuviese cayendo en una trampa del FBI. El portal donde buscaba ayuda era una estafa (los administradores pedían pagos, pero no realizaban el trabajo) y había sido pirateado por una fuente de la entidad, por lo que todos sus datos estaban cayendo en los investigadores federales.
Con la investigación en curso, se empezó a esclarecer el problema. Detrás de Bonfire, había una mujer llamada Julia Coda, una peluquera y fundadora de una escuela de belleza de Los Ángeles, quien estaba buscando asesinar al supuesto secuestrador de su sobrina, la menor que quedó huérfana tras la muerte de su hermana.
La polémica
La polémica data en la fuente del pirateo de la Oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security Investigations o HSI). Este sujeto había sido condenado previamente por delitos relacionados con material de abuso sexual infantil fuera del país.
Expertos señalan que la legalidad de esta fuente depende de si el gobierno alentó o no al pirata informático. La orden de allanamiento del caso señala que el Departamento de Seguridad no pagó a la fuente, pero había firmado un "acuerdo de oferta", un contrato legal que describe cómo un acusado proporcionará información útil a cambio de un trato indulgente.
El FBI también fue claro en la orden de que, si bien la pista inició la investigación, había reunido suficiente evidencia de las entrevistas y mediante el rastreo de criptomonedas del sitio web de la estafa para que pudiera continuar con la investigación sin necesidad de depender de la información del informante.
La entidad señala que logró rastrear seis pagos en bitcoin por los 10 mil dólares enviados desde la cuenta de la mujer en Coinbase. Para registrarse en este exchange, Julia Coda utilizó su identidad y ubicación real, lo que facilitó su búsqueda.
La mujer está siendo juzgada por las autoridades de EE. UU. Mientras Coda espera el juicio, se desconoce el estado de la menor secuestrada.
Te recomendamos
Comparte esta noticia