Ángeles Durán consiguió un acta notarial de España para declararse “propietaria” del Sol. Su caso se ha vuelto viral y ha dado la vuelta al mundo mientras piensa en cómo cobrar impuestos y asume demandas por cáncer a la piel.
Durante las últimas horas, se ha vuelto a viralizar el caso más que anecdótico de Ángeles Durán, una mujer española que asegura ser "la dueña” del Sol, exigiendo un pago a las personas por su uso, pero también demandada por las quemaduras que deja la exposición ante el astro.
El caso se remonta hasta la década pasada, cuando la residente de la Ciudad de Vigo intentó aprovecharse del vacío legal del Tratado del Espacio, un documento que delimita acciones en el universo. En uno de sus puntos, se señala que ningún gobierno puede adquirir algún recurso celeste como la Luna o un planeta, porque son patrimonio común de la humanidad. El Art. II del tratado establece, de hecho, que "el espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera".
Sin embargo, Ángeles Durán, psicóloga y abogada, señala que el tratado no habla de personas naturales, por lo que consiguió (de alguna forma) una carta notarial en la que se le señala “como propietaria del Sol, estrella de tipo espectral G2, que se encuentra dentro del sistema solar, situada a una distancia media de la Tierra de, aproximadamente, 149.600.000 kilómetros”. Para ratificar este pedido, María Ángeles esperó un año entero para ver si había alguna otra persona en el mundo que también aspiraba a ser dueña del Sol. Como esto no ocurrió, se le concedió su potestad.
Según ella, fue el estadounidense Dennis Hope, que formalizó en una oficina del registro de San Francisco la compra de la Luna, quien le dio la idea cuando buceaba por internet buscando documentación para uno de sus libros, titulado "Una historia de tres. Tú, yo y el alzheimer".
“Conozco la ley y respaldé mi reclamo legalmente. Lo hice, pero cualquiera pudo haberlo hecho. Simplemente, a mí se me ocurrió primero. Cuando tienes una propiedad, tiene sentido hacer uso de ella. Las empresas eléctricas se benefician de los ríos, que son de todos, así que espero aprovechar el Sol”, dijo.
Pero no solo ha hecho noticia en España por ello: en 2008 registró el grito de Tarzán y en 2012 denunció a la Sociedad General de Autores y Editores por los derechos de autor que no cobró. El caso fue desestimado.
Y empiezan las demandas
Tras haber “obtenido” una “oficialización” de su compra, la mujer empezó a intentar generar beneficios.
De acuerdo con la agencia EFE, en 2015 Ángeles Durán empezó a vender parcelas del Sol por eBay a todos los interesados, hecho que se volvió noticia mundial y por lo que la propia plataforma la expulsó al vender productos “intangibles”. El precio era de 600 a 1200 euros.
La gallega, ante ello, demandó a eBay pidiendo 10 mil euros por el cierre de su cuenta. Tras una serie de intentos de conciliaciones (reales), no se llegó a ningún acuerdo.
Y de allí, busca una manera de capitalizar su propiedad. Ha empezado a pensar en una forma de cobrarle una especie de impuesto a los humanos por usar la energía del Sol. Según contó, de lo que recaude, lo distribuirá de la siguiente manera: el 50% al gobierno español, 20% para un fondo de pensiones de ese país, 10% para la investigación y el 10% restante sí iría a su bolsillo.
Por otro lado, usuarios ya intentan demandarla por las quemaduras que deja la larga exposición de la piel en el día: en 2015, un grupo de personas reconoció a Durán como la propietaria del Sol, pero la demandaron por los daños que ocasiona. El caso tampoco llegó a mayores.
Te recomendamos METADATA, el podcast de tecnología de RPP. Noticias, análisis, reseñas, recomendaciones y todo lo que debes saber sobre el mundo tecnológico. Para escucharlo mejor, #QuedateEnCasa.
Comparte esta noticia