Diversos reportes mencionan que Twitter está analizando con otra perspectiva la oferta de adquisición por parte de Elon Musk, quien ha logrado recaudar 46,500 millones de dólares para esta operación.
Parece que va. Twitter ya está discutiendo a la interna la multimillonaria oferta de Elon Musk para adquirir el 100% de los activos de la empresa. Tras varios días reportando idas y vueltas sobre el tema, las conversaciones entre la mesa directiva y el empresario sudafricano ya están en “fase final”.
Diversos reportes apuntan a que Twitter ya está afinando los detalles para la venta final, y que la junta directiva ha cambiado la postura sobre ceder el control a Musk, quien adquirió el 9,2% de acciones hace unas semanas.
De acuerdo con New York Times, los once miembros de la compañía se han reunido con Elon Musk en privado, y un acuerdo podría oficializarse este lunes.
¿De dónde consigue el dinero Elon Musk?
El pasado jueves, Musk presentó de manera pública su esquema de financiamiento para la compra final de Twitter. Tal como figura en la declaración, Morgan Stanely accedió a cubrir 13 mil millones de dólares, mientras que 12,500 millones fueron obtenidos como préstamo de Tesla, una operación que lo pondría al límite para acceder a un nuevo crédito contra acciones.
A esta suma se añaden los 21 mil millones de dólares en efectivo que el empresario tiene para cubrir el monto total.
“El fin de Twitter como empresa pública”
Reuters señala que la adquisición está a un paso de realizarse tras la oferta realizada por Musk, aunque aun hay posibilidades de que el trato pueda cancelarse al último minuto, de acuerdo con fuentes consultadas.
Hasta el momento la red social liderada por ParaG Agrawal, CEO de Twitter y sucesor de Jack Dorsey en el cargo, ha venido apalancando una serie de medidas que buscan incrementar los ingresos de la compañía bajo modelos de suscripción y monetización directa.
Pese a que están encaminados a conseguir los resultados proyectados para 2023, la venta de la empresa evidenciaría que la actual administración no está logrando incrementar esa tracción para generar dinero o hacer rentable a Twitter en el corto y mediano plazo.
Para el mercado de valores, esta venta podría representar "el principio del fin de Twitter como una empresa pública con Musk, probablemente ahora en camino de adquirir la empresa, a menos que un segundo postor entre en la mezcla", según Dan Ives, analista de Wedbush Securities consultado por NYT.
Elon Musk y los problemas de libertad de expresión
El Wall Street Journal señala que, durante las reuniones sostenidas entre Elon Musk y algunos directivos de Twitter el pasado viernes, se discutieron temas asociados a libertad de expresión, un asunto en el que Musk habría confirmado su compromiso para resolverlos al mando de la empresa.
Las reuniones, sostenidas mediante videollamadas, habrían provocado un cambio de mentalidad en los directivos de Twitter, quienes discuten este lunes la oferta. El medio también señala que el trato podría anunciarse hoy, de acuerdo con sus fuentes.
La encrucijada de Twitter
Tras el anuncio de Musk, Twitter ha cotizado por debajo de la oferta presentada el 14 de abril, que valorizaba cada acción en 54.20 dólares. Este indicador podría traducirse como una posición escéptica de los accionistas frente a la posibilidad de vender la empresa.
Sin embargo, tras el anuncio del financiamiento, las acciones subieron un 4%, alcanzando los 48,93 dólares.
El problema radica en los dos caminos, y esta encrucijada en la que Twitter se encuentra “sin querer”. Por un lado, aceptar la oferta de Musk implica convertir a la empresa en privada y eliminar la participación de la actual junta directiva en las decisiones a futuro, un asunto que pudo negociarse con el propio Musk en estas reuniones.
El otro camino es no aceptar la oferta, una decisión que desencadena la retirada de Musk de la red y su inversión como accionista, convirtiendo sus 9,2% de acciones y reduciendo el precio en el mercado de valores.
Esta segunda opción podría afectar mortalmente a la directiva de Twitter, pues los accionistas esperan que haya, al menos, una respuesta por parte de la compañía para igualar o mejorar las arcas. No aceptar la oferta implica, forzosamente, que son capaces de mantenerse en bolsa.
En ese caso, el peligro radica en el tiempo. Twitter debe demostrar que, efectivamente, puede presentarse como solvente y rentable frente a los inversionistas. Desde que la compañía se hizo pública en 2013, no ha tenido un avance significativo, y rechazar la oferta de Musk sin una alternativa que de tranquilidad a los accionistas es un riesgo enorme para la fuga de capital.
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