En el Centro Comunitario Hazleton One, Maureen Cherenyack, conocida cariñosamente como la Sra. C., se ha convertido en un faro de esperanza para inmigrantes que buscan alcanzar su sueño de la ciudadanía estadounidense.
María Camilo, quien pasó 14 años en Estados Unidos, finalmente se convirtió en ciudadana estadounidense gracias a la guía y apoyo de Maureen Cherenyack. Llegó al país con solo tres frases en inglés: hola, buenos días y buenas noches. Sin embargo, tras dos meses de clases de ciudadanía con la Sra. C., Camilo no solo aprobó su examen, sino que también pudo ver realizado su sueño. "Parte de mi éxito se debe a la Sra. C.", confesó Camilo, quien destacó la paciencia y dedicación de Cherenyack, una instructora de ciudadanía jubilada.
Apoyo completo
Maureen Cherenyack, con su experiencia como enfermera jubilada, ha ayudado a más de 50 personas a obtener la ciudadanía. Su enfoque no se limita solo a enseñar el idioma; también se dedica a proporcionar a sus estudiantes un apoyo integral para superar los desafíos de las entrevistas y los exámenes de ciudadanía.
"La gente en este país está tratando de aprender el idioma, haciendo todo de la manera correcta y, ya sabes, trabajando duro, cuidando a su familia como todos queremos hacer", dice la Sra. C. Con su actitud cálida y comprensiva, Cherenyack ha transformado vidas, haciéndolas más accesibles al sueño americano.
Agueda Rodríguez, otra de sus estudiantes, también destaca la influencia positiva de Cherenyack en su vida. Rodríguez, quien no tenía conocimientos de inglés, aprobó su examen de ciudadanía en su primer intento tras solo dos meses de clases con la Sra. C.
“Es un ángel que Dios me envió”, expresó Rodríguez, destacando la paciencia y dedicación de Cherenyack, quien nunca se rinde ante las dificultades del idioma. La Sra. C. ha demostrado que con determinación y apoyo, cualquier barrera puede superarse.
Créditos video: Web | Newswatch 16
Parte de la juventud
Cherenyack, quien se siente conectada con las historias de lucha de los inmigrantes, dice que su trabajo le recuerda las dificultades que enfrentaron sus propios antepasados.
"Aquí todos somos inmigrantes y a veces lo olvidamos. Me siento afortunada de ser parte de la juventud. Soy una persona mayor, esta es la gente nueva. Este es el nuevo elemento vital de nuestro país y de nuestra ciudad", reflexiona Cherenyack.
Su labor es más que una vocación; es una pasión que refleja su compromiso con el bienestar de quienes buscan una vida mejor en Estados Unidos.
En la comunidad de Hazleton, la influencia de la Sra. C. va más allá de enseñar los conocimientos necesarios para obtener la ciudadanía. Ella es un símbolo de esperanza y apoyo incondicional, demostrando que la compasión y el esfuerzo colectivo pueden transformar vidas. Para muchos inmigrantes, Maureen Cherenyack es la razón por la que su sueño americano se hace realidad, convirtiéndose en un verdadero ángel en sus vidas.
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