Este salvoconducto fue elaborado para ciertos casos de deportación. Te mencionamos en cuáles funciona.
La discreción procesal de la fiscalía es una medida que ofrece Estados Unidos y que implica la suspensión temporal de la deportación para personas cuya expulsión se considera de baja prioridad. En otras palabras, es un salvoconducto para aquellas personas que ya fueron notificadas por Estados Unidos para que abandonen el país, pero que pueden frenar este proceso gracias a un documento.
Dentro del grupo de personas a las que puede alcanzar este documento se encuentran aquellos que no presenten peligro para Estados Unidos. Aquí también se señalan personas que no tengan un historial de crímenes altamente violentos o quienes cuentan con una residencia a largo plazo. Se pueden agregar a menores de edad, personas de la tercera edad o quienes tengan lazos con ciudadanos estadounidenses que no tengan problemas legales.
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¿Cuáles son los requisitos para lograr la discreción procesal?
El Departamento de Seguridad Nacional es la entidad encargada de brindar este permiso. Según detallan en su web, tienen prioridad las personas que tengan “carácter moral y sin récord criminal”.
Esos dos elementos, los cuales describen el orden y confianza del sistema que tiene Estados Unidos, son fundamentales para evitar una deportación. Hay que tomar muy en cuenta que solo se puede acudir a este documento cuando la persona está dentro del proceso de inmigración.
En caso la petición sea solicitada fuera de este contexto, podría resultar en detención y, quizás, deportación, según lo determine un juez migratorio.
Según estadísticas que comparte esta entidad, solo el 14% de casos migratorios alcanza la discreción procesal. Por eso, es una salida muy especial dentro del proceso de deportación.
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