El Ministerio de Salud recomienda evitar el uso de biberones ya que perjudica el crecimiento, desarrollo y ubicación de los dientes, creando problemas en el lenguaje y el aprendizaje.
El Ministerio de Salud recomienda evitar el uso de biberones en los niños pequeños ya que perjudica el crecimiento, desarrollo y ubicación de los dientes, creando problemas en el lenguaje y el aprendizaje que podrían dejar secuelas permanentes.
María Elena Flores, integrante de la Dirección General de Promoción de la Salud del Minsa, dijo que un niño que sólo usa el biberón para alimentarse, en lugar de recibir el pecho de su madre, no desarrolla los músculos de sus maxilares inferiores y superiores, postergando el brote y desarrollo de su dentición.
Si bien los primeros dientes del menor deben brotar a los seis meses de edad, mencionó que en un niño que no lacta del pecho de su madre los primeros incisivos aparecen al séptimo u octavo mes.
Es más, señaló que los niños que usan biberón tienen los dientes “chuecos” o superpuestos unos entre otros. “Un niño que no succiona que sólo toma tetina va tener problemas en la dentadura. Posiblemente va a tener dientes que estén ubicados uno sobre otros porque no ha ejercitado sus maxilares”, agregó.
Entre otras consecuencias, mencionó que estos niños suelen tener caries como resultado del alto contenido de azúcar que tienen las “formulas infantiles”. “Estos productos contienen altas concentraciones de azúcar que son sumamente refinada, lo cual perjudica el esmalte de los dientes”, sostuvo.
Flores Ramírez comentó que el uso de biberones además afecta el lenguaje, pues un niño que no lacta no desarrolla óptimamente su paladar lo que genera problemas en el habla.
Además explicó que los chupones generan la sensación de llenura en los menores. “A veces los padres solemos usar los chupones como distractores para que el menor no llore, pero esto perjudica. El chupón engaña al estomago, porque van absorbiendo su propia saliva”, puntualizó.
Se recomienda almacenar la leche materna en envases de vidrio para después con ayuda de una cucharadita alimentar al niño. En caso que el menor sea muy pequeño se aconseja utilizar jeringas.
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