Concretamente, las mujeres con altos niveles de estrés y ansiedad pueden ovular hasta un 20% menos, y la posibilidad de que sus óvulos sean fecundados disminuye en un 30%.
Los problemas de fertilidad pueden deberse a múltiples causas, pero, según informan los expertos de la clínica Ginefiv, el estrés no ayuda nada a la hora de lograr la ansiada paternidad.
Concretamente, las mujeres con altos niveles de estrés y ansiedad pueden ovular hasta un 20% menos, y la posibilidad de que sus óvulos sean fecundados disminuye en un 30%.
En los varones, el estrés puede influir negativamente en la calidad de su líquido seminal. Y es que la ansiedad tiene múltiples efectos fisiológicos sobre el proceso reproductivo, ya sea natural o a través de un tratamiento.
En los casos de reproducción asistida, el estrés contribuye a una mayor tasa de fracaso: "existen a lo largo de todo el proceso fases de máximo estrés para la pareja como el día de la punción ovárica, la transferencia embrionaria o los tiempos de espera hasta que se conocen los resultados del test de embarazo ", explica Beatriz Dibra, psicóloga de Ginefiv.
Por ello, es necesario, en la medida de lo posible, controlar las emociones negativas y aprender a gestionar el estrés adecuadamente para evitar que este se convierta en un impedimento a la hora de formar un familia.
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